XIV

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Habían pasado meses desde aquel momento.

Oficialmente era novia del cantante de corridos tumbados "Natanael cano".

Era como una pesadilla...

Odiaba la idea de que ahora todos me conocían por eso.

Deje de hacer lo que más me gustaba, para estar con mi "pareja".

Ahora me encontraba en el concierto de el, viendolo contar uno de sus recientes exitos con gabito.

Y si, efectivamente ahí estába el, jodidamente guapo...

Cada vez más guapo.

No podía evitar mirarlo, pues el me regresaba la mirada, se acercaba cada vez que podía, y me decía "Te amo" muy levemente.

.

Respire hondo cuando porfin el concierto termino, tarde un rato mientras me despedia de mis amigas, y me fui a la camioneta, Rubén siempre se iba sin mi.

Llegue a casa y cuando entre a la habitación, estaba Rubén con otra.

Mi corazón no se rompió, ni mucho menos sentí algo, pues al final no sentía nada por el.

Lo único que pude hacer es agarrar una maleta que tenía preparada para un viaje en unos días, y me fui.

Me fui a mi casa de antes, agarre mi celular y no pude evitar hacerlo, lo llame.

Llame a Gabriel.

Contesto al instante.

"— Que pasa?, todo bien?."
Dijo con un tono preocupado.

"— Te necesito."
Fue lo necesario para que colgará rápido, a los poco minutos lo tenía enfrente de mi, sin decir ninguna palabra.

Era un silencio que amaba, lo podía apreciar tan bien, hasta que me acerque a su oído y le repetí aquella frase "Te necesito".

Me agarró de la mandíbula para después besarme con gran necesidad, con gran lujuria, necesitaba su piel y su sabor.

Entre besos me fue encaminando a la habitación y después a la cama.

Los besos decían todo, cada vez eran más intensos, su mano subía por mi pierna descubierta por el pequeño vestido que llevaba puesto.

Sus manos subían cada vez más, hasta llegar a mi espalda y bajar poco a poco el cierre de mi vestido.

Una vez fuera este, mis manos viajaban por su cuerpo llegando a cada prenda diciendoles adiós.

La tension y el deseo era cada vez más evidente.

Nos separamos un momento a tomar aire, nos miramos a los ojos, y pude ver cuan amor había en ellos y lo mucho que los necesitaba cada mañana.

"— Marisa... Te amo bastante."

Dijo mientras acariciaba mi mejilla con gran dulzura, los deseos se esfumaron en ese momento, ambos nos dimos cuenta que en realidad nos necesitamos de otra manera.

Mis sentimientos me ganaron y las lágrimas brotaron.

El lo pudo notar y me enredo en sus brazos.

"— Porfavor vuelve conmigo, te necesito."
Dije casi suplicando entre lágrimas.

"— Si Marisa... Aquí estoy"

...

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⏰ Última actualización: Oct 06 ⏰

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Eres | Gabito BallesterosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora