Un clásico no muy clásico

Siempre(inicio) y para siempre (final)

Estoy tumbada en la cama, intentando concentrarme en mi libro, pero el escándalo que Lara está armando me lo pone imposible. Estamos en nuestra habitación de hotel, y se le ha ocurrido que el mejor plan es tirar toda mi ropa por los aires, buscando el look perfecto para la comida en casa de Georgina Rodríguez y Cristiano Ronaldo. Cada vez que levanto la vista, veo cómo descarta una prenda tras otra, murmurando entre dientes. 

—¡Lara, por favor, ya! —cierro el libro con un suspiro y lo dejo a un lado, resignándome a que no podré seguir leyendo con este caos—. Es solo una comida a la que no voy a quedar con la reina.

—¡Solo una comida! —me mira horrorizada, con una camiseta mía colgando de su mano—. ¡Vas a conocer a la diosa Georgina! Esto tiene que ser perfecto. Ella es mejor que la reina.

Estoy con Lara.

Antes de que pueda responder, entra Diego, con su típico aire despreocupado y esa sonrisa que me dice que va a soltar alguna tontería.

—¿Por qué tanto drama con la ropa? Si a quien van a mirar es a mí, no me habéis visto aún. Sin arreglarme ya soy perfecto —Diego hace una pose ridícula frente al espejo, y dice mirándooslo a Lara—. Lo que te estás perdiendo...

Después de otros diez minutos de indecisión y ropa volando por la habitación, finalmente se decide por un vestido corto de color verde esmeralda, con escote en palabra de honor. Es precioso, y es de Shein, 3 euros.

La necesidad de todos, cuando nos preguntan por una prenda, es decir que ha costado tres euros.

—¡Estás divina! —me dice Lara, sonriendo de oreja a oreja mientras me ayuda a ponerme el vestido.

En ese momento, escucho golpes en la puerta y la voz de Lamien al otro lado.

—¡Venga, que vamos tarde! —grita, impaciente.

Diego se acerca a la puerta, la abre de golpe y Lamien se queda callado de inmediato al verme. Sus ojos recorren mi figura y sonríe.

—Estás... increíble, mi cherry, ninguna igual —dice en un tono suave y lleno de admiración.

Diego suelta una carcajada y, como siempre, no puede evitar burlarse.

—Cállate ya, Romeo, que se te hace la baba —dice entre risas, mientras le da un pequeño empujón a Lamien.

Lamien sacude la cabeza con una sonrisa divertida y suspira.

—Venga, que nos tenemos que ir. —Pero antes de salir, me acerco a Lara para despedirme.

—Aprovecha, pásatelo bien —me dice con una mirada soñadora—. Quién pudiera conocer a una diosa como Georgina.

Diego, que estaba a punto de salir, se gira dramáticamente.

—Para dioses, el único y verdadero: CR7, nacido el 5 de febrero de 1985 en Funchal, Madeira, Portugal. Empezó en el Sporting de Lisboa en su adolescencia. En 2003 fue fichado por el Manchester United. En 2008, ganó su primer Balón de Oro. En 2009, protagonizó uno de los fichajes más caros de la historia al unirse al Real Madrid, convirtiéndose en el máximo goleador del club y ganando cuatro Champions League con ellos (2014, 2016, 2017 y 2018). Además, durante su tiempo en el Real Madrid, sumó cuatro Balones de Oro más (2013, 2014, 2016 y 2017) —dice, y continúa soltando una biografía completa de Cristiano Ronaldo. Todos lo miramos en silencio, y cuando termina, simplemente se encoge de hombros—. ¿Qué? Solo digo la verdad, él es el verdadero dios junto a Messi.

Lamien se ríe y le lanza una mirada cómplice.

—Oye, ¿por qué no vienes tú también? No creo que haya ningún problema —le pregunta Lamien a Lara.