¿Fútbol o karate?

91 4 0
                                    

 Aunque os parezca raro, estoy despierta; me he despertado sola. Hoy es el día. Estoy nerviosa; no todos los días pasa esto, la verdad. Solo rezo para que al menos haya comida gratis.

La puerta se abre y entra mi prima.

—¡HOLA! ¿Preparada?

—¿Hay alguna forma de estar preparada para esto? Porque yo creo que no.

—Ya, es un poco complicado —se sienta y coge un vaso de zumo de naranja.

—Bueno, yo solo venía a darte esto —me da una bolsa con el escudo del Barça estampado en el medio.

—Sí, y a comerte mis tostadas, que ya llevas dos. ¿Qué es?

—Ni idea. Lamine me ha dicho que te lo diera.

A saber lo que es capaz... Seguro que es una serpiente. Abro la bolsa y hay una camiseta. Al sacarla, veo que no es cualquier camiseta; es la del Barça, pero tiene cerezas pintadas, y en la espalda pone "Cherry". Yo lo mato.

—¿Cherry? Eso es cereza en inglés —dice y da un bocado más a la tostada.

—No me digas.

—Yo me tengo que ir. Os paso a buscar en unas dos horas.

Y después de comerse mi desayuno, se va.

---

-PERO ESTÁ CIEGO —grita Nadia.

—CIEGO NO, ¡ESTÁ EN OTRO UNIVERSO! —grito yo.

—¡VAYA MIERDA DE ÁRBITRO! —grita mi hermano.

Y el partido se para; la primera parte se ha acabado. ¿Os acordáis que os dije que el fútbol me pone de los nervios? Pues estoy más que de los nervios. El árbitro se está ganando un puñetazo de los míos. Vamos perdiendo 0-1 contra el Valencia. Os explicaría qué ha estado pasando, pero ¿a quién voy a mentir? No sé. Lo único que sé es que hay uno del Valencia que tiene complejo de karateca.

Por no hablar de que mi prima no para de hacerle fotos a Nico y gritarle cosas cursis, aunque es imposible que lo escuche desde aquí. En cambio, mi hermano casi se desmaya de los gritos que mete. La canción de "Soy Peor" se acaba y la segunda parte continúa.

Cinco puñeteros minutos quedan.

—Oye, ¿no has caído en cuenta de qué pasa si Lamine no marca ningún gol? —cuestiona mi prima.

—Pues...

La verdad es que no habíamos caído en eso. Habrá que buscar otra forma de enseñar a luz nuestra re...

-¡GOOOOLLL! —grita todo el palco culé.

—¡AHHH, HA MARCADO! —grita mi prima.

—¿Quién? —pregunto, ya que justo no estaba prestando atención. Pero no hace falta que conteste porque veo a Lamine tirarse al suelo, señalar hacia nosotras y levantarse la camiseta, donde tiene un puñetero tatuaje de los chinos ,de una cereza—¿Tú lo sabías? —me giro hacia mi prima, pero ella niega.

---

Después del gol no pasó mucha cosa, aparte de los gritos de alegría de los culés. El partido quedó 1-1, empate. Y sobre el plan, ni tan mal. Salió como nos imaginábamos. Los de alrededor de mi, además de grabar el gol, me grabaron a mí después de que Lamine se sacara la camiseta. Incluso algunos vinieron a preguntarme si iba por mí.

Al día siguiente, bueno, hoy por la mañana, Lamine tenía una entrevista.

Y como compartir es de guapas, os dejo una parte.

Un clásico no muy clásicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora