⚔️ Capítulo 6: El destino de Verenthia.

5 1 0
                                    

Han pasado dos días desde que el portal me llevó a este lugar, y me enteré de que soy un arma mortal para este universo. ¿Me acostumbré? No, para nada. Aún siento escalofríos y ansiedad, pero supongo que poco a poco podré adentrarme en este nuevo entorno.

Durante estos dos días, he entrenado mucho con Maxwell, tanto física como mentalmente. Al menos ahora sé la mitad de lo básico que es necesario dominar. En cuanto a nuestra relación, no puedo decir que confío en él al cien por ciento, pero al menos por ahora, me está ayudando mucho. Me ofreció quedarme en su casa durante estos días, lo que me ha dado algo de estabilidad.

Hoy es el día en que se definirá mi vida o mi muerte, aunque suene escalofriante. Me puse el traje de cuero negro que llevaban todos los jinetes. El mío era ajustado, marcando las curvas de mi cuerpo, con una funda de muslo donde guardé una navaja que me regaló Maxwell. Era bastante cómoda de usar. Sospecho que la mandó a hacer, porque tenía mi nombre escrito en dorado. Se lo agradezco, aunque aún no entiendo por qué me está ayudando tanto, pero luego lo descubriré. Como él es líder del ala, literalmente vive en Verenthia, así que capaz me lo encontraré ahí hoy.

Me hice un rodete clásico con mi cabello rubio y largo, dejando algunos mechones ondulados sobresaliendo. Cubrí mi marca de nacimiento con maquillaje; espero que dure lo suficiente.

Agarré mi mochila con mis cosas necesarias, abrí la puerta y me dirigí hacia un reino cercano, del que Maxwell me había contado. Se llamaba Verenthia; vaya nombres raros que tenían, ¿no podían poner uno más fácil? Me centré en lo principal y agarré el mapa que me dio Maxwell para saber a dónde ir.

Los aldeanos me miraban con curiosidad. ¿Por qué será? ¿Capaz porque me veo más delicada y pequeña de lo normal? ¿O simplemente porque soy nueva? No sé, pero las miradas sobre mí me dan escalofríos y la ansiedad me recorre el estómago. No debía centrarme en eso.

Con el mapa en la mano, intenté ignorar las miradas curiosas de los aldeanos mientras avanzaba por las calles empedradas de Verenthia. Las casas de piedra tenían techos de tejas rojas que brillaban bajo la luz del sol, y el aire estaba impregnado del aroma de pan recién horneado que provenía de una panadería cercana. No podía evitar sentir un ligero cosquilleo de emoción ante la posibilidad de descubrir un lugar nuevo, a pesar de la ansiedad que me oprimía el pecho.

"Concentrate, Evangeline", me dije a mí misma. El propósito de mi visita no era simplemente explorar, sino buscar respuestas sobre mi nueva vida y el papel que desempeñaría en este universo.

Mientras caminaba, noté un grupo de jóvenes entrenando en una plaza. Sus movimientos eran fluidos y seguros, cada uno empuñando espadas y otros armamentos con destreza. Observé un momento, sintiendo un impulso de unirme a ellos, de querer aprender más. Pero rápidamente deseché esa idea. No estaba lista para luchar. Necesitaba entender primero qué significaba ser un "arma mortal".

Después de unos minutos, llegué a un cruce donde el mapa indicaba que había un templo antiguo. Se decía que los templos eran lugares de sabiduría, donde se podían encontrar respuestas a preguntas que atormentaban el corazón. Así que decidí que ese sería mi próximo destino.

Al acercarme al templo, la arquitectura me dejó sin aliento. Las columnas estaban talladas con intrincados diseños que representaban dragones y guerreros de antaño. Me detuve en la entrada, tomando un respiro profundo para calmar mi nerviosismo.

El interior era fresco y oscuro, iluminado solo por la luz que se filtraba a través de vitrales de colores. En el centro, había una fuente de agua clara que parecía reflejar un brillo místico. A medida que me acercaba, noté un grupo de personas reunidas en torno a un anciano que hablaba en voz baja.

Entre Dragones y CoronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora