⚔️ Capitulo 3: Voces en el viento.

16 2 0
                                    

Cuando finalmente abrí los ojos, me encontré en un bosque vibrante, lleno de árboles altos y majestuosos cuyas hojas brillaban con colores que no había visto antes. La luz del sol se filtraba a través del dosel, creando patrones danzantes en el suelo cubierto de musgo. No podía creer lo que estaba viendo; este lugar era a la vez hermoso y aterrador.

Me levanté lentamente, sintiendo la humedad del suelo en mis piernas y el vestido que había llevado al baile ahora manchado de tierra. Miré a mi alrededor, buscando algún signo familiar, pero no había nada que me recordara a mi vida en el palacio. Solo un silencio profundo, interrumpido ocasionalmente por el canto de aves exóticas y el suave susurro del viento entre los árboles.

-¿Dónde estoy? -susurré para mí misma, sintiéndome cada vez más perdida.

A medida que avanzaba, noté algo a lo lejos: una luz parpadeante, como si algo estuviera brillando entre los árboles. Con el corazón latiendo con fuerza en mi pecho, decidí seguirla.

De repente, me encontré frente a un grupo de criaturas extraordinarias: jinetes sobre majestuosos dragones, sus escamas brillaban como gemas bajo el sol. Observé fascinada mientras volaban en formaciones elegantes, sus risas y gritos de emoción resonaban en el aire.

-¿Son reales? -me pregunté, incapaz de creer lo que estaba viendo. Tenía miedo y asombro, era como una montaña rusa de emociones. No podía creer que lo que veía era real.

-¿Es un sueño? -dije para mí misma en un tono confuso, y me pellizqué el brazo para asegurarme de que estaba despierta. Y no, era todo verdad; los dragones eran reales.

Me escondí detrás de un tronco, tratando de procesar todo. Ok, no estoy en el palacio; estoy en un lugar distinto, lleno de dragones y criaturas mágicas... ¿Dónde diablos estoy? Pensé asustada.

---

Mientras me escondo detrás del tronco, mi corazón late con fuerza. Todo a mi alrededor es asombroso y aterrador. El cielo tiene un tono púrpura vibrante, y el aire está impregnado de un olor a tierra fresca y a algo dulce que no reconozco. A través de las ramas, puedo ver dragones de diferentes tamaños y colores surcando el cielo, algunos incluso aterrizando cerca de un lago resplandeciente.

¿Cómo llegué aquí? La pregunta retumba en mi mente. Intento recordar lo que pasó en el palacio, el baile, la fuente... Todo parece un sueño distante.

De repente, un rugido poderoso resuena en el aire, y me asomo un poco más, con la esperanza de que no me vean. Un dragón de escamas verdes y brillantes se posa cerca de donde estoy, sus alas son enormes y majestuosas. Su mirada es intensa, casi sabia. Es un dragón real, me digo a mí misma, intentando asimilar la magnitud de lo que estoy viendo.

En ese momento, el dragón levanta la cabeza y parece olfatear el aire, como si pudiera percibir mi presencia. ¿Y si me encuentra? La idea me provoca un escalofrío. Pero, para mi sorpresa, no muestra signos de agresión; más bien parece curioso.

Justo cuando me pregunto si debería salir de mi escondite, escucho un ruido detrás de mí. Me doy la vuelta con rapidez, y veo a una figura oscura acercándose entre los árboles. ¿Quién es? El temor me paraliza por un momento, pero la curiosidad me obliga a quedarme quieta. Me arrancó el tul de la falda de mi vestido, quedando así más cómoda y con más acceso, tomando mi delicada corona y guardándola en un bolsillo del vestido. Tomo una rama y me arrimó en el tronco -¿Quién es? -Pregunto con un toque de miedo, y poniendo la rama hacia delante en signo de defensa. La sombra oscura detrás de los árboles y hojas se acerca cada vez más, estaba muy tensa con intriga y miedo.

Poco a poco, veo que la figura va pareciendo aún más y más, y veo que es una persona... un chico, de cabello negro, piel morena por el sol, ojos oscuros y profundos... con una figura grande y musculosa, ¿por que me estaba fijando en tantos detalles? Era guapo si, ¡pero siquiera lo conocía!

---

La figura se detiene a pocos pasos de mí, y mis ojos se abren de par en par al reconocer los detalles que antes me había perdido. Su cabello negro brilla bajo la luz filtrada del sol, y la intensidad de sus ojos oscuros parece atravesarme. ¿Quién es? repito en mi mente, mientras el miedo y la curiosidad luchan por dominar mis pensamientos.

-No te acercarás más. -Mi voz tiembla ligeramente, y aunque intento sonar firme, puedo sentir que mi corazón late desbocado.

Él levanta las manos en un gesto de paz.

-Tranquila. No vine a hacerte daño. -Su voz es profunda y calmada, como el murmullo de un arroyo. Hay algo reconfortante en ella que me hace dudar un poco.

Aún con la rama en mano, intento discernir sus intenciones.

-¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? -pregunto, con más valentía de la que siento.

-Mi nombre es Maxwell. Vivo en este reino, y tú... -sus ojos recorren mi figura, desde el vestido sucio hasta la confusión que seguramente se refleja en mi rostro-. No pareces de aquí.

Lo miro con desconfianza. ¿Qué sabe de mí? La ansiedad se mezcla con la curiosidad.

-No... no estoy aquí por elección. Caí en un portal -admito, sintiéndome vulnerable, no tenia otra opcion. La sensación de ser una extraña en este lugar es abrumadora.

Maxwell da un paso hacia adelante, y aunque mi instinto me dice que retroceda, algo en su mirada me detiene.

-Entonces, has sido llevada al Reino de Eldoria. No es un lugar seguro para alguien que no pertenece aquí. -Su expresión se torna seria, y por un momento, el miedo en mi interior se apodera de mí de nuevo.

-¿Eldoria? -repito, sintiéndome perdida. Nunca había oído hablar de este lugar.

-Sí, y los dragones que viste... son tanto amigos como enemigos. Depende de cómo te comportes con ellos y con nosotros.

-¿Nosotros? -pregunto, confundida por su afirmación.

Él asiente, su mirada se torna más suave.

-Los jinetes de dragones. -Dice con un tono serio, mirándome fijamente hacia los ojos. No entendía nada ¿jinetes de dragones? ¿Y como pudo confiar en mi tan rápido? ¿No iba a creer que estaba mintiendo? Tenía muchísimas preguntas

-¿Y como sabes que no estoy mintiendo y simplemente soy una loca? -Pregunto curiosa, esperando su respuesta y con una ceja enarcada

-Porque no tienes pinta de mentir ni de estar loca -exclama en un tono confiado y sencillo, mientras cruza sus brazos. ¿Como podía estar tan tranquilo? Pero algo hizo sonrojarme un poco.

Entre Dragones y CoronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora