⚔️ Capítulo 10: Vida en juego.

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Me desperté con pereza, deslicé mis pies en las pantuflas y me dirigí al baño. Después de lavarme la cara, me vestí con el uniforme de cuero negro, ajustándome el cinturón y peinándome una trenza rápida. Estaba lista para el día, pero no podía evitar sentir una mezcla de nervios y ansiedad por el desafío que nos esperaba hoy, el combate cuerpo a cuerpo. Al bajar al comedor para el desayuno, vi a Thomas y Vivian ya sentados, charlando entre ellos. Y al otro lado vi a Maxwell haciendome un gesto invitándome a sentarme con el, haciendo que me sonroje un poco. Opté por ir con Maxwell ¿por qué no? Además, tendría la oportunidad de preguntarlo sobre su primer nombre... ¿Sería muy entrometida?... Da igual.

Camino hacia el con una ligera sonrisa, mientras voy saludandolo con mi mano.

-¿Nerviosa por lo de hoy, princesa? -preguntó Maxwell, su tono siempre tenía un efecto derretidor en mi.

-Un poco, para ser honesta -respondí, dejando mi jugo y mi manzana sobre la mesa, mientras me sentaba a su lado. Estos días no tuve suficiente tiempo para estar con el.

-Tienes que confiar más en ti misma -dijo el, mirándome con esa intensidad que me hacía sentir como si estuviese siendo evaluada.

-Es que... trató, pero no sé cómo hacerlo. No se si aún estoy preparada, no como los otros, que tienen años de experiencia. Crecieron en este entorno, saben como es aquí. Yo, en cambio vengo literalmente de otro universo y no tengo ni idea de como hacer un combate con alguien. Solo sé algunas tácticas que tú me enseñaste. -dije con un nudo en la garganta, sintiendo la ansiedad recorrer mi cuerpo. El observaba mí rostro con atención.

Maxwell sonrió con un aire de complicidad, su mirada intensa no se apartó de mi.

-¿Te he mencionado que en el combate cuerpo a cuerpo, el secreto es la mente, no solo la fuerza?

Arquee una ceja, intrigada.

-¿Y qué es lo que se supone que debo hacer, pensar en dragones volando?

Maxwell rió suavemente, acercándose un poco más.

-No, pero podría ser útil. Solo necesitas creer en ti misma. Eres más fuerte de lo que crees, princesa.

La forma en que decía "princesa" me hacía cosquillas en el estómago. Había una conexión en su mirada que me hacía sentir viva y vulnerable al mismo tiempo.

Sentí un escalofrío al escuchar sus palabras, una mezcla de nervios y emoción me invadió. Sabía que en su mirada había algo más, un destello de sinceridad que hacía que mis dudas se desvanecieran.

-Es fácil decirlo, pero cuando estás frente a alguien con experiencia, esas palabras parecen vacías -respondí, intentando sonar más segura de lo que realmente me sentía.

Maxwell se inclinó un poco más cerca, y aunque la distancia entre nosotros era mínima, sentí que el mundo a nuestro alrededor se desvanecía.

-¿Sabes qué es lo más impresionante de ti? -dijo en un susurro, su voz baja y suave, casi un secreto compartido entre nosotros. -No has dejado que tu pasado te defina. Has llegado aquí, desafiando lo desconocido, y eso es más valiente que muchos que han estado toda su vida en este mundo.

-¿Valiente? -repliqué, aunque un pequeño sonrojo se apoderó de mis mejillas. Su elogio era inesperado.

-Sí, princesa. -Se recostó hacia atrás, su expresión juguetona regresando. -Y también es un poco sexy.

Mis ojos se abrieron en sorpresa, y no pude evitar sonreír, una risa suave escapó de mis labios.

-¿Así que ser valiente es sexy? -pregunté, disfrutando de la ligereza del momento.

Entre Dragones y CoronasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora