Seducido por la oscuridad. (KookV)

🌸 Capítulo 13.

🌸 Capítulo 13.

Y no estaba equivocado. Jungkook estaba a punto de descubrir algo que haría que todos sus miedos se volvieran realidad. El eco de sus pasos resonaba en los pasadizos, pero en su mente solo reinaba un silencio pesado, lleno de inquietud. Las visiones que había experimentado comenzaban a entrelazarse con sus pensamientos, dejando un rastro de temor en su corazón. A cada paso que daba, el oscuro peso del destino parecía cernirse más sobre él, como una sombra que amenazaba con envolverlo todo.

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Llegaron frente a la puerta de la habitación del vampiro. Taehyung, sin dudarlo, comenzó a buscar sobre el marco el botón para abrirla, ajeno a la sensación extraña que emanaba del otro lado. Jungkook, en cambio, frunció el ceño al sentir una tensión inusual proveniente de su habitación, algo no estaba bien. Su instinto se activó, pero antes de que pudiera actuar, Taehyung ya había presionado el botón. La puerta se deslizó con un leve chirrido, y apenas el doncel colocó un pie dentro, Yoongi lo arrastró hacia sí con una rapidez brutal.

El cuerpo de Taehyung se tensó, sus ojos se abrieron de par en par, sin comprender qué sucedía. Todo estaba ocurriendo tan deprisa que ni siquiera podía procesarlo. Los ojos de Min eran de un rojo profundo, su mandíbula estaba desencajada y sus colmillos, largos y afilados, sobresalían con una amenaza oscura, volviéndolo una figura aterradora.

Jungkook reaccionó como un rayo. En un solo movimiento, se colocó detrás de Taehyung, rodeando su cintura con un brazo, atrayéndolo hacia sí con delicadeza, cuidando de no hacerle daño. Con la otra mano, se deslizó sobre los hombros del doncel y tomó el cuello de Yoongi, deteniéndolo justo antes de que sus colmillos rozaran la piel expuesta de su pareja.

—¡Min! —rugió Jungkook, su voz grave y fuerte resonó en la habitación, provocando que Taehyung cerrara los ojos con un sobresalto. —¡Basta! —su tono se volvió aún más imperativo, pero Yoongi parecía estar perdido en un trance oscuro.

Al ver que no respondía, Jungkook apretó su agarre en el cuello de Min, restringiendo su respiración. Pasaron varios segundos antes de que el vampiro recuperara el control. Sus ojos regresaron a su color negro, y los colmillos se retrajeron lentamente.

Yoongi miró a Taehyung con una expresión confundida, retrocediendo con dificultad mientras tosía, tratando de entender lo que había sucedido. El doncel, aún tembloroso, se giró de inmediato para ocultarse en los brazos de Jungkook, quien lo envolvió en un abrazo protector, sus manos recorriendo su espalda en un intento de calmarlo.

—¿Qué demonios te pasa, idiota? —le reclamó Jungkook con dureza, su mandíbula tensa y el corazón aún latiendo con fuerza.

—Yo... no lo sé... —tartamudeó Yoongi entre toses. —Estaba acariciando al cachorro y de repente... sentí un aroma... luego todo se volvió oscuro... no recuerdo nada más.

Jungkook escudriñó la habitación hasta encontrar a Andrea, acurrucada en un rincón, abrazando sus piernas mientras las lágrimas surcaban su rostro. —¿Andrea, qué pasó? —preguntó con tono grave, pero cargado de preocupación.

La mujer levantó la mirada apenas, asomando su rostro entre sus brazos. —Él... parecía poseído —sollozó. —De repente comenzó a actuar como un loco, diciendo... 'mío' una y otra vez.

El pecho de Jungkook se contrajo, su respiración se volvió errática. Un escalofrío recorrió su columna. —¡Sal de la habitación! —ordenó a Min con voz fría, y luego, con más suavidad, se dirigió a Andrea: —Tú también, por favor, déjanos solos.

Ambos obedecieron sin protestar, y la puerta se cerró tras ellos. En ese momento, Taehyung comenzó a temblar ligeramente bajo los brazos de Jungkook, todavía sin comprender del todo lo que había ocurrido. Jungkook se dio cuenta de que el aroma del doncel, tan embriagador, había desaparecido por completo de la habitación.