"Kim Taehyung, un hermoso pero rebelde doncel, intenta escapar de su futuro esposo justo un día antes de su boda. Para su mala fortuna, Jeon Jungkook, el vampiro más temido de la región, posa sus ojos en él, horas antes, desencadenando una serie de...
—¡Hoseok! —lo llamó su padre con clara molestia en su voz.
—¿Qué sucede? —preguntó su hijo, muy tranquilo, mientras se dirigía hacia su padre.
—Kim JaeWook vendrá a conocer a tu prometido.
—¿Qué? ¡Mierda, ahora sí estoy jodido! —exclamó Hoseok, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda ante la idea de enfrentarse al clan de los Kim.
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En la mansión de los Jung, la tensión era palpable, densa como una niebla oscura que se cernía sobre todos. Hoseok se paseaba inquieto, sabiendo que debía encontrar un sustituto para Taehyung; de lo contrario, los Kim sospecharían de lo que había hecho. Matar a la madre del doncel le había parecido una buena idea para no dejar pistas, pero ahora esa decisión se convertía en su perdición.
Su plan inicial había sido estar con Taehyung antes de que los Kim se dieran cuenta, pensando que para entonces no podrían reclamarlo. Además, contaba con la tranquilidad de que Namjoon no había asistido a sus últimas tres presentaciones de esposo o esposa, lo que le daba una falsa sensación de seguridad.
Pero ahora todo se estaba desmoronando frente a sus narices como un castillo de naipes. Cada segundo que pasaba sentía cómo la estructura frágil de su plan se tambaleaba más. Hoseok sabía que debía actuar rápido y con astucia, o enfrentarse a las terribles consecuencias de sus acciones.
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En el clan Kim...
JaeWook ardía de furia, su mente nublada por una mezcla de dolor y sed de venganza. La forma en que habían matado a su amada era una maniobra sencilla y común entre los vampiros: quebrar el cuello, una forma limpia y sutil de acabar con cualquier humano. Apretó sus puños, sintiendo la rabia bullir en sus venas.
Llegó a su mansión con un aura oscura a su alrededor. Namjoon lo notó de inmediato, viendo el rostro de angustia y enojo de su padre a la distancia.
—¿Qué sucedió? —preguntó Namjoon, intentando ser sutil mientras una creciente inquietud se instalaba en su pecho.
