El maquillaje puede tener miles de estilos diferentes, cada uno variando lo necesario para ajustarse tanto a las facciones como los gustos de la persona que decide aplicarlo sobre su piel; un lugar donde esto podía observarse en todo su esplendor, era aquella isla repleta de los más particulares campistas.
Claro, que en esta enorme variedad de personas, también eran distintos los motivos por el que cada uno decidía usarlo, siendo un contraste drástico el que se encontraba en esos momentos en los baños, con Jo entretenida arreglándose frente al espejo y Anne María, apareciendo repentinamente, con su tan característico maquillaje ya en su rostro.
—¿En qué momento te arreglaste? —Jo, si bien no pudo evitar mostrar su sorpresa, al menos ahora no parecía asustarse con la repentina presencia ajena, cada vez más acostumbrada a esta, al punto de incluso disfrutarla.— Es tan temprano aún, yo apenas me desperté hace unos minutos.
— Eh, magia, ya sabes. —Se encogió de hombros, aún sin procesar en que momento su compañera pasó de asustarse con ello a simplemente reírse al respecto, haciéndole dudar sobre su propia capacidad de aterrar al resto, un poco descepcionada de ella misma, por ridículo que sonara.
—¿En verdad sabes hacer magia? ¿Así como las brujas de las películas? ¿Puedes hacer un amarre o no son reales? —Inquirió, dejando de lado su maquillaje unos momentos para ver a la contraria mientras le respondían, con un rostro expectante.
—¿Nuestro equipo te está contagiando lo rarito? —Anne María no pudo evitar pensar en voz alta antes de negar con su cabeza de un lado a otro.— Los amarres son algo real, claro, pero lamento decirte que yo no trabajo con ese tipo de cosas en específico... —Respondió sin estar segura de porque le interesaría ese tema en específico.— ¿Por qué? ¿Querías que te hiciera un trabajo de ese estilo? No sabía que te gustaba alguien.
—¿A mí? Pfft, no... Bueno, quizá, pero nadie de acá, así que no podríamos robar su cabello o esas cosas que usan para la brujería. —Jo negó con su cabeza de un lado a otro, sintiéndose feliz por esa particular charla femenina que había logrado formar con su compañera, o lo más cercano que había estado a una.— ¿Qué hay de tí? ¿Te gusta alguien acaso? Puedes decirme. —Sonrió, notando el cambio de expresión en el rostro adverso.
—Siguiente pregunta. —Se negó a responder, apoyándose en la pared para continuar la charla mientras Jo retomaba su rutina de maquillaje, intentando no reírse ni empezar a insistir con sus ideas; no podía perder esa oportunidad de amistarse por sus ansias de chisme.
—¿Por qué te maquillas así? Es lindo, pero nunca te he visto el rostro sin él, siquiera en la playa... —Pasó a otro tema, aunque está no ayudó demasiado a que la mujer dejara su posición a la defensiva.— En las noches te pones mascarillas, en el día te maquillas a primera hora, hasta parece que ocultas algo. —Si bien, las palabras podían sonar incluso como una acusación, solo estaba teorizando entre risas.
—Simplemente no me gusta mi rostro. —Acortó el tema antes de soltar un suspiro, acomodando un poco su cabello antes se acercarse a la puerta.— No te demores demasiado, seguro Hatchet no tarda en llamarnos.
—¡Espera! ¿No me dejarías maquillarte alguna vez? Se que no te gustan los colores, pero creo que el verde te luciría tan lindooo...—Intentó detenerla, sin mucho éxito, pues a los segundos, Anne María se habia retirado.
Aún así, la charla fue aún mejor de lo que esperaría.
***
—Con Sam fuera del equipo, somos solo cuatro, así que hay que tener amigos para que no te boten, es estrategia. —Jo comentó con una confiada sonrisa en sus labios, o eso antes de echarse a reír, negando con su rostro.— Bueno, la verdad solo quiero ser su amiga y ya, además que me da mucha curiosidad como se ve sin... Tanto. —No estaba segura de como explicarlo, simplemente encogiéndose de hombros.— Y bueno, ambas somos chicas, no podemos ser taaan distintas.
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¡Drama total; La venganza de la isla! (Clichés opuestos AU)
FanficInscribirse en un programa así podría ser justificable para los jugadores de la primera temporada; no obstante y con todo el ejemplo de aquel sufrimiento siendo televisado, los que decidieron presentarse podían considerarse un montón de suicidas. L...