Capítulo 4: Jungkook es el capitán

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Después de una muy buena conversación con Min Yoongi, delantero de ala derecha de los Crystal Wolves e íntimo amigo de Jeon Jungkook, decide que es hora de volver a casa, totalmente por sus pequeñas pero bastante efectivas acciones, ya que puede reparar en la distancia que Jungkook mantiene con sus amigos desde que movió la primera ficha de su plan para entrar al equipo, siendo Jimin su primera víctima.

Alza sus cejas al ver al alfa pelinegro tan enfadado bajando de su automóvil, para posteriormente entrar a su casa. Se incorpora rápidamente desde el diván de su ventana y se lanza a la cama, no sin antes tomar su móvil y enviar un mensaje a Hoseok.

Taehyung 19:04

El idiota de Jungkook está FURIOSO.

Hoseok 19:05

Se lo merece tanto por imbécil.

Esboza una sonrisa por la respuesta de su nuevo amigo, a pesar de que pensó jamás volver a tener uno después del problema que mantuvo con personas que consideraba sus amigos y después lo traicionaron de la peor forma posible, hablando mierdas de él. ¿Acaso el comportamiento que lo dejó fuera del equipo fue sin razones? Por favor, no era un inseguro de mierda que necesitaba aprobación de otros. Simplemente le apeteció probar un poco de personas que sostenían relaciones con sus antiguos amigos, los cuales decidieron insultarlo por ser un alfa que gusta de otros alfas. Sin embargo, el gusto de Taehyung no se limita a sólo un subgénero —a pesar de tener cierta preferencia—, por lo que decidió dejarlo en claro antes de ser expulsado en su totalidad del equipo por comportamiento inapropiado y promiscuo.

Volviendo a su nuevo amigo, no lleva mucho tiempo compartiendo con Hoseok, pero le agrada mucho su humor seco y sin sentido. En muchas ocasiones lo dejaba pensando en si sus comentarios eran bromas o no, porque la cantidad de veces al día que lo escuchaba soltar chistes sarcásticos eran incontables. Y, algo que hizo que compatibilizaran muy bien, fue el odio a Jungkook. No sabía muy bien por qué su nuevo amigo odiaba a su antiguo vecino, sin embargo, al parecer era algo serio, porque todas y cada una de las veces que buscó un poco de información fue observado con una ceja alzada y una mirada juzgona.

Rueda por la cama hasta llegar al borde de esta, para bajar una pierna e impulsarse para levantarse. Baja las escaleras escondiéndose de su hermana, ya que, sin quererlo, comió sus galletas de chocolate favoritas y está seguro que prontamente la chica se lanzaría a jalar su cabello, o algo por el estilo. Se mueve hasta la cocina y saca un poco de gaseosa, para posteriormente caminar hasta la sala de estar, donde su computadora y la impresión de diversos papers esperan por él.

—Tuve que haber estado loco —susurra para él—. ¿En qué mierda estabas pensando cuando te uniste a estudiar esta mierda, Taehyung?

Se esfuerza por hacer más cálculos y revisa una y otra vez los postulados de aquellos físico-matemáticos del siglo pasado, sin poder evitar odiarlos un poco más cada vez. ¿Por qué demonios no pudieron quedarse con la duda?

En ocasiones, la ignorancia hacia la felicidad.

Dibuja una figura con colores rojos para imaginar mejor el recorrido del objeto y todas las fuerzas que actúan sobre él. Vuelve a resolver el ejercicio matemático, siendo esta la tercera vez que no consigue el resultado. En un arranque de frustración, bota las hojas de papel a la alfombra, sin reparar que «Señor Patata», o más conocido como rata sarnosa, se encuentra rondando la casa. Lo rescata rápidamente de entre las hojas, acariciando la pequeña cabeza del hurón con cuidado, rezando en su interior que Eunji no se encuentre cerca.

Obviamente su suerte no es la mejor, porque el grito que retumba en la casa le da el aviso que la chica acaba de notar el extravío de sus galletas en el intestino de Taehyung.

La cuenta atrás de veinte | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora