Capítulo 10: Alfa y omega

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Desordena un poco su cabello antes de bajar del automóvil del chico y esboza una sonrisa cuando Kyungsoo lo queda observando durante unos segundos.

—¿Qué? —inquiere el alfa, coqueto—. ¿Tengo algo en la cara?

El pelirrubio niega rápidamente, soltando una risa nerviosa.

—Eres guapo.

Taehyung hace el amago de replicar, pero un motor suena a su costado. Le da una corta mirada al espacio que estaba vacío hace unos pocos minutos, y pone los ojos en blanco al ver que Jungkook se encuentra aparcando.

—Gracias —murmura el alfa, observando cortamente a Jungkook, quien parece enfadado—. Mis padres me hicieron con amor, no como al del lado.

Caminan juntos hasta el auditorio donde tiene la primera clase. En ocasiones sus manos se rozan sin querer —o eso piensa Kyungsoo—, porque a unos pocos metros de distancia, el capitán del equipo de hockey los sigue. En el momento que el alfa pelirrubio abre la puerta para él, le dedica sólo una mirada a Jungkook, quien también hace contactar sus ojos. Esboza una sonrisa suave al ver el ceño fruncido del pelinegro y le guiña un ojo, acompañando este con un beso, sólo para molestar a ese idiota con una opinión de un alfa viejo de trescientos años.

Maldito imbécil con su opinión de mierda. ¿Quién se creía que era para decir que no era «normal» gustar de alfas? Estaba seguro que sería el primero en la maldita línea si alguno de los alfas de su equipo de hockey favorito ofrece una cogida gratis. Deja caer con furia su bolso al recordar la mirada de desprecio de Jungkook y esas constantes ganas que tenía de sacarlo de sus casillas.

Y no entiende por qué gusta tanto de él.

No tiene lógica.

Necesita desesperadamente distraerse con alguien para olvidar al idiota de Jungkook, porque sus pensamientos de anciano le dejaron bastante en claro que jamás conseguiría pasarse a su cama por las noches.

—¿En qué piensas tanto? —pregunta Kyungsoo en un susurro—. ¿No te gustó la clase?

Taehyung vuelve la mirada a su clase de física cuántica y arruga sus cejas, prometiendose internamente llegar a estudiar a casa el contenido de ese día, ya que su cerebro no logra concentrarse por estar pensando en cierto alfa pelinegro.

—¿Irás a la fiesta de Jimin? —Taehyung pregunta en cambio—. Creo que será fenomenal.

Kyungsoo suelta una risa suave.

—¿Tú irás?

El castaño asiente de inmediato, usando todas sus técnicas de coquetería.

—Entonces, estoy obligado a ir —agrega el chico después.

Esboza una linda sonrisa, llevando el único lápiz que lleva a clases a la boca, para mordisquearlo un poco. Sabe que consiguió su cometido cuando Kyungsoo baja cortamente la mirada a sus labios y carraspea, para después volver la atención a la cátedra impartida por un viejo omega.

Salen de clase en conjunto nuevamente, moviéndose directamente a las canchas de fútbol para tomar un poco de sol. Taehyung pasa a comprar unas galletas antes para compartir con Hoseok y su muy buen amigo nuevo Kyungsoo.

Obviamente sus planes se van un poco al tacho de la basura cuando Yoongi los ve, quien se encuentra con todos sus amigos en el césped —incluso uno que no tiene muchos ánimos de ver— y lo invita a unirse.

Taehyung desvía su mirada al otro alfa durante unos segundos, encontrando a Kyungsoo demasiado emocionado por integrarse con los otros. Por lo tanto, para ser un buen buen amigo e incomodar a Jungkook, decide emprender camino hacia ellos, hasta que Hoseok llegue de su clase.

La cuenta atrás de veinte | JJK & KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora