Shirou solo era un adolescente introvertido, Perla, una chica diferente quien hace no mucho se había mudado. Ambos por diversas circunstancias se terminan conociendo. Sin embargo, todo cambia repentinamente cuando ocurre el peor terremoto registrado...
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Flashback, — Shirou
Todo indicaba que sería un día aburrido y común de clases como cualquier otro, como de costumbre había llegado a mi colegio junto con mi hermano menor, Laraki. Me despedí de él en la entrada del colegio como siempre hacia y ambos nos dirigimos a nuestras respectivas aulas de clase. Normalmente luego de ese momento, por las mañanas siempre solía caminar solo hasta sentarme en mi respectivo puesto, agachar la cabeza y quedarme así a esperar a que las clases pasasen, realmente no me gusta el colegio. Sin embargo, a pesar de todo ser exactamente igual a mi alrededor, ver los mismos rostros de todos los días y las mismas paredes que aburrían, en esta ocasión estaba en parte más entusiasmado y un poco más nervioso. Realmente no podía quitarme de la cabeza aquel nuevo rostro que conocí y de lo que había sucedido hace 3 días.
Aún sigo sin poder creer que justo cuando salí corriendo de casa bajo la torrencial lluvia que había ocurrido, justo alguien en ese mismo lugar estaría corriendo bajo la misma lluvia, en el laberinto de esas mismas calles, y en aquella intersección que cruzamos al mismo tiempo, justo para luego estrellarnos entre sí. Y como si eso no fuese lo suficientemente loco, con quien me estrelle resultó ser una chica que apenas y recién había entrado a mi mismo curso. Realmente estoy empezando a creer que todo lo qué pasa siempre pasa por algo, aunque otros lo llamen solo casualidad o un golpe de suerte, yo diría que tanto Perla como para mi, fue un golpe más bien real, ambos nos golpeamos entre sí de forma un poco fuerte esa noche.
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Era un lunes por la mañana y en donde apenas faltaban 3 minutos para dar inicio a la jornada escolar. Casi todos los estudiantes ya se encontraban presentes en el aula, la mayoría solo estarían hablando entre sí en grupos, o recostados contra sus pupitres mientras mantendrían sus ojos cerrados, y algunos pocos estarían con sus celulares móviles.
Shirou por su parte, se encontraba completamente desconectado del resto. Sentado en su pupitre, su cabeza estaría recostada hacia atrás del asiento con sus ojos cerrados, dejándose llevar de lo que su mente quisiese pensar en aquel momento e intentando ignorar las diversas voces de sus compañeros de clase que se escuchaban por todo el lugar.
Sin embargo, de entre todos los grupos formados en aquel momento, el denominado grupo de "bullies" quienes eran los que más fuerte hablaban de todos los presentes en el salón, se quedaron callados de golpe. Ellos estarían sentados en la otra esquina de donde se encontraba el Umbreon, el cual el repentino silencio por parte de ellos le había llamado la atención.
Shirou abrió sus ojos y dirigió su mirada hacia el grupo de Pokemon, grupo del cual consistía de un Sneasel, un Zangoose, un heliolisk y un Croagunk, los cuales tendrían su mirada fija en un solo lugar, la entrada del salón, y no solo ellos, la mayoría presente en el lugar haría lo mismo.
Al Shirou levantar la mirada y ver quien había llegado, su respiración se detuvo por un instante, era Perla. La cual, estaría con una larga venda que cubría su cabeza, con dicha venda llegando a cubrir justo antes de su ojo derecho arriba de este. Por su parte, ella se dio cuenta de que todos la miraban, pero no dijo nada y solo se apresuró a sentarse en uno de los pupitres igual, sentándose en uno al lado de Shirou.
