Enferma.

Uno solo.

Hasta el último trago.
Dame tu sangre.
Hasta el último bocado.
Dame tu carne
Y tus huesos.
Tus anhelos, tus sueños.
Y tus pesadillas.
Te quiero, y todo.

No sufras.
Mi amor. No mueras en vano.
Morí sobre mí.
Deja que te atormente. Deja que te torture. Y que te mate.
Quiero que sucumbas a mí.
Deja que te posea.
Dámela, dame tu sangre.
Hagamos el ritual.
Se mío para que te devore, hasta fusionarte conmigo.

En la noche.
Si, en la oscuridad más muda y fría.
Hirvamos.
En el agua, la sangre tibia de los dos.
Unidos. Para siempre.
Como una serpiente, quiero asfixiarte. Fundiendome con tu cuello.
Déjame quebrarte. Morderte. Aplastarte.
No hay precio al hacerlo.
No hay desperdicio alguno.
Te quiero completo.
Entrégate. A mí.

Cuando tu cuerpo escurra agua y sangre.
Mordiendo tus labios fríos.
Uniendo tus manos duras.
Quiero que reses por nosotros.
¿Te casarías conmigo?
Sé que dirías que si.

Y te abriría con mi boca.
Te comería.
Guardaría tu corazón inerte.
Y te quedarías, dentro de mí.
Como viceras.
Como serpientes muertas.
Podridas, negras.
Unidos. En mi vientre.

Poniendo tu corazón en un altar.
Inerte.
Arrancaría mis ojos.
Arrancaría mis uñas
El fuego me quemaría, me destrozaría.
La luna nos miraría.
Mi sangre me apagaría.
Un puñal arrancaría. mi corazón.
No sientiría nada.

La cabra se comería mis ojos.
Escucharía como escurre mi vida. En su boca. Hablándome en color rojo.
Tu corazón esperaría ansioso. INERTE.
Sabría que me amabas.
Ella se limpiaría, la cabra.
Cómo un humano caminaría hacia mí.
Con sus garras apuñalaría mi pecho.
Tu corazón volvería a latir.
En mi pecho. Atravesado por sus garras.
Seríamos uno.
Sé que dirías que sí.