Red & Red (Freezer y Tu)

(10)

|CÓMO, CUÁNDO Y DÓNDE|

Pero a veces me tratas como nada,

Cuando tú quieres, sola te me arrimas,

Me confundo por que el rechazo me lastima.

-Akwid

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-¿Qué pasa?- Pregunté abriendo la puerta sin cuidado.- Ups... pensé que estaba solo.- La enorme mesa la encabezaba la Princesa, a su lado derecho Freezer y a su izquierdo estaba vacío, imagino que para Tori, al lado de mi superior iba yo,  a mi lado estaba el Rey Cold y en frente mio había un hombre viejo que supongo que es el padre de Odile.- ¿Cómo estan?- Pregunté mientras me sentaba.

-¿Y la señorita es...?- Preguntó el hombre viejo.

-Mi nombre es Cygnus.- Volteé a verlo a los ojos y algo en mi hizo que él jadeara.- Un gusto.- Le ofrecí mi mano y el dudó, pero la tomó.

-Rey Rothbatt.- Su tono delataba que seguía un poco anonadado.

-Lo siento.- Escuché a Victoria.- Estaba al otro lado del palacio.- Rápidamente se sentó al lado de la futura monarca.

-Bien, ya que estamos todos.- Habló Odile.- Los reunimos para discutir y dejar claro los aspectos que respectan nuestra unión en matrimonio.- Ella se levantó y tras de sí una pantalla se hizo visible.- En primera instancia, nuestros imperios se unirán, como es evidente, así que consideré justo y como una condición para yo firmar, el tomar a los planetas como esclavos y comercializarlos con posibles inversores.- Sonrió y Tori y yo nos miramos incrédulas.- ¿Qué les parece?

-Disculpe, mi lady pero no creo que se deban seguir manejando las cosas así.- Opinó Victoria.- Lo que quiero decir es... la moral de estos actos es cuestionable y...- Ella se ponía nerviosa ante las miradas de los tiranos frente a ella.

-Lo que la Doncella Victoria quiere decir es, son seres vivos, no hay justificación alguna en venderlos y tratarlos como objetos.- Freezer y Cold me miraron con desaprobación y los dos nobles con desprecio.

-Tu cállate.- Ordenó la estúpida princesa.- Estas aquí por protocolo, no por que seas alguien importante.- Yo miré a Freezer buscando apoyo en su mirada, pero él solo la desvió

-¿Disculpe?

-Como lo oíste.

-Como su Doncella no puedo dejar que le hable así.- La castaña la confrontó pero la futura monarca la miró de una forma que hizo que mi sangre (líquido del cual estoy compuesta en un 98%) hirviera.

- Cygnus ya cállate.- Me ordenó mi superior.

-No.- Le susurré de vuelta.- Va a arruinar lo que su familia hizo por años.

-No arruinaré nada.- Cada vez la sala se indisponía más.- Es la mejor decisión que pude haber tomado para salvar sus patéticos negocios.

-¡Princesa!- Exclamó Tori.

-¡Claro que si!- Salí de mi silla y me hice frente a ella para hablarle cara a cara.- Es una imbecilidad pensar en vender esclavos y promover la crueldad contra nuestros iguales ¡A nadie con dos dedos de frente se le ocurriría semejante idiotéz! Acabará con los imperios.- Sentí una bofetada que no me hubiera dolido, si no fuera por que fue Freezer quién me la dió.

-Soldado Cygnus, ya cállese, estos son negocios y detalles que no le conciernen.- Yo lo ví anonadada por lo que hizo y mi rostro se puso rojo, volvería a estallar.

-Propongo que pospongamos los demás temas para mañana.- Dijo el rey.

-Estoy de acuerdo.- Admitió Cold y todos empezaron a salir y a tomar rumbos distintos. Iba a ir a mi habitación, pero de reojo pude notar que Odile tomaba agresivamente a Tori de la muñeca y la amenazaba con quién sabe qué. Pensaba ir por ella pero mi tirano me interceptó.

-Ni se te ocurra meterte en más cosas que no son de tu incumbencia.- Me tomó de la muñeca y me llevó hasta su habitación, donde me hizo caer en la cama.

-¡Es que no es justo!- Reproché.- Ella es la peor reina que va a haber y va a acabar con su imperio.- Sostuve.- Con ese tipo de politicas...- Él me interrumpió

- A caso no entiendes que eso no te incumbe, no eres ni monarca no eres nadie.- Recalcó esta última palabra.- Ya sabes para lo único que te tengo.- Esas palabras fueron como dagas en mi inexistente corazón ¿Él no me amaba como decía hacerlo? Me prometió no casarse con ella ¿Qué pasó? Pensé que... aquí podría ser diferente, pensé que no pasaría igual que en mi planeta ¿Soy tan estúpida para hacer de puta dos veces?- Quedas suspendida de tu cargo hasta que volvamos a la nave.

Cuando terminó de hablar yo no dije nada, me levanté de la cama donde estaba sentada y me dirigí a mi habitación, donde había una nota de Victoria.

"Sala oeste, #23, 9:00pm"

Me tiré en la cama y puse el despertador para media hora antes de la hora acordada. Estaba quedando dormida cuando unos golpes irrumpen en mi habitación.

-Esta abierto, pase.- Por la presencia, supe que era el Rey Cold. Me giré y lo encontré cerrando la puerta.- ¿Qué lo trae aquí?

-Cygnus... Quería hablar contigo sobre lo que pasó allí dentro.- Tomó una silla que había en uan esquina de la habitación y yo me enderecé en la cama.

- Si es sobre lo que le dije a la princesa, yo...- Fui interrumpida por él.

-No, para nada.- Suspiró, como si lo que me fuera a decir le fuese a quitar un peso de 100.000 toneladas.- Es sobre tu pasado, lo que tú no recuerdas.- En ese momento me sentí intrigada.

-¿De qué habla? ¿Pasado?

-Cygnus, tú...- Alguien al otro lado de la puerta tocó, era un sirviente.

-Lady Cygnus, un hombre la busca.- Maldije en mis adentros.

-Creo que te lo podré contar después.- Se levantó de la silla y la puerta se abrió.

-Rey Cold, un gusto tenerlo por aquí.- Una refinada voz salió de un hombre aún más elegante y de porte imponente.- Lady Cygnus, probablemente ya no me recuerde...- Hizo una reverencia.

-Maximilian...-.Murmuró el Rey.

-Lo siento ¿Usted es?- Quedé expentante, mientras hacía una extendida reverencia.

-Maximillian Zimmer.- Levantó su rostro e hicimos contacto visual, algo me dice que yo ya había visto esos ojos.- Un placer volver a verla.

-No logro recordarlo.- Aseguré con algo de pena.

-No espero que lo haga, fue hace mucho tiempo que nos vimos por última vez.

El Rey Cold parecía indispuesto, pero no dijo nada, solo dió un "hablamos después" y se marchó con sus pesados pasos".

-¿Puede ser más claro?- Me atreví a preguntarle, ya hastiada de tantas vueltas.

-Yo te conocí cuando eras una niña... una pequeña dama.- Sonrió y se sentó donde antes estaba el Rey Cold.- Y ya pasaron veinte años desde eso, supongo que es conveniente recordarte que yo te creé.