Sanando A Mi Luna (Saga Herederos De La Luz # 1)

Capítulo: 22

                         🔥Luna🔥

Una semana más se había ido luego del ultimátum que le puse a Byron y que para mí decepción él no ha echo ningún movimiento para arreglar las cosas entre los dos.

Eso me duele tanto como me enfurece.

Sé que todos estos días se ha reunido en varias ocasiones con la perra de Alenka, algo gracioso el que la llamé así porque literalmente es una loba.

En fin...

Me concentro en el ahora para dar una sonrisa emocionada porque logré estar en la universidad de la manada.

Daré todo de mí para ser una excelente Arquitecta y poder ayudar a expandir el reino.

Sonrío contenta guardando en mi mochila los papeles que con ayuda de Dmitry conseguí para poder estudiar sin contratiempos.

Y que ese lobo sea un excelente hacker me facilitó las cosas.

Pensar en Dmitry me hace recordar a Marianne que sorpresivamente resultó ser una loba Omega Guerrera, quienes son las mejores en la línea de guerreros.

Ahora todos los que la humillaron y maltrataron se están tragando sus palabras además que se están muriendo de la envidia.

Cuando llego al campo de entrenamiento guardo mi bolso en mi casillero porque aún con todos los líos sigo entrenando y perfeccionando mis poderes.

Los cuales cada día se hacen más fuertes y eso me causa tanto emoción como terror porque podría lastimar a alguien sin querer.

En el baño me cambio de ropa normal a la de deporte recogiendo mi melena castaña en una coleta alta.

Ya lista salgo caminando relajada para sonreír al ver a Sam, un lobo guerrero que por casualidad nos tropezamos y al hablar un rato congeniamos.

Él es un chico de metro ochenta y cinco de musculos definidos como es lo normal en los lobos, piel morena, ojos verdes y cabellera negra.

Desde que nos conocimos para acá entrenamos juntos lo que me ha ayudado mucho.

Byron ya no pudo seguir entrenando me porque las cosas en la manada están tensas gracias a los ataques y encontrar esas clínicas del diablo.

__¿Lista?...Esta vez no me voy a contener.

__Declara Sam sonriendo ladino ante una divertida Ojimiel que le saca la lengua en juego.

__Nací lista chucho...Y yo tampoco me voy a contener y usaré todo mi arsenal.

__Respondo relajada para reír por el gruñido de disgusto que lanzó mi amigo.

Y eso es porque a ningún lobo les gusta ser llamados como si fueran simples perros cuando son todo lo contrario.

Me divierte lo fácil que logro mosquearlo.

Ambos nos ponemos en posición de pelea ignorando las miradas de los demás lobos que al parecer disfrutan vernos luchar.

Sin más preámbulos dejo que sea él quién lance el primer golpe para iniciar los golpes, llaves de manos y patadas dobles que me dejan agitada para bufar porque yo ya estoy toda sudada y él apenas está agitado.

Privilegios de ser un ser sobrenatural.

Seguimos la pelea cuando un golpe de su parte me da en el estómago que me saca el aire y eso enserio me cabreó lo suficiente tanto como para que el cielo se tintara de negro y relámpagos resuenen.

Al incorporar me lo miro y al ver su gesto de preocupación se que mis ojos deben estar de color tormenta.

Y de mis dedos se puede ver claramente las chispas de electricidad lo que me hace sonreír con maldad.