El hombre me miró a los ojos tratando de saber lo que pensaba, sabía que yo no iba a hacer nada en contra de mi grupo-família y eso al parecer no le gustaba nada.
— ¿Me harás el favor? —pidió.
Miré a sus ojos intentando que su presencia no me afectara más de lo que ya lo hacía y sin tibutear respondí:
— Nunca.
— Sabes que puedo matarte —advirtió.
— Hazlo, pero de mi no conseguirás nada. — casi escupi en su horrible cara.
— Una chica con caracter... —dijo rondando al rededor de la silla en la que me mantenía atada evitando que me large a correr— ¿Eres fuerte verdad?
Sí lo soy, claro que lo soy.
Pero no pude responder nada, me quede muda.
— O talvez no... Talvez mantuviste a todos engañados, pero no funciona conmigo, yo huelo el miedo y en ti parece ser un olor que te caracteriza. —tenía razón, era muy evidente mi miedo, tanto así que por poco y no comenzaba a llorar allí mismo.
— So... soy fuerte. —mi voz salió débil.
— ¿De verdad? —soltó con ironía para luego reír— Conozco a las chicas como tú, pierden a sus familiares y tratan de meterse en la cabeza que pueden arrasar con el mundo entero cuando la realidad es que... no son más que una manga de cobardes.
Traté de que sus palabras no me afectaran.
— Dime, si te diera a elegir entre quedarte en esta realidad sabiendo que muy pronto podrías morir o... tener la posibilidad de convertir todo esto en un sueño. —dijo— ¿Qué elegirías?
La respuesta era más que clara pero aún así me negué a hablar.
— Vi la preocupación en el rostro de ese niño... ¿Es tu amigo? ¿Novio?
No obtuvo respuesta de mi parte.
— Si todo esto fuera un sueño... No lo conocerias.
¿Por qué me estaba diciendo todo esto?
— ¿Desearías que la vida que viviste hasta ahora hubiese sido solo una pesadilla? Respondeme, ¿Eres tan valiente para decirme que no?
— Yo... —me quedé sin palabras.
El que nada de lo que hubiera vivido hasta ahora fuera real me devolvería a mis padres..., me dejaría como una cobarde pero me devolvería una parte de mi felicidad perdida, o bien podía decidir ser valiente y quedarme con el amor de mi vida, no sabía muy bien lo que quería.
— Dime.
— A mi... me gustaría que todo esto... —cerré los ojos— No fuera real.
Hubo un cortó silencio de su parte antes de que me respondiera algo que no entendí.
— Entonces despierta. —susurró.
Abrí los ojos y lo que vi en frente mio no fue al hombre que me había secuestrado, sino que era la figura de mi madre en un costado y a su lado estaba Carl mirandome con ojos suplicantes.
— Despierta. —susurró mi madre.
— No. —repuso Carl— No lo hagas.
Hubo un momento en el que me perdí, mi cabeza dolió y simplemente me desmaye.
***
Pi... pi... pi...
Conocía ese sonido, era el electrocardiograma de los hospitales, eran los latidos de mi corazón reproducidos en una máquina.
Mis ojos pesaban pero me atreví a abrirlos lentamente tratando de acostumbrarme a la luz, miré a mi costado, el cuerpo de mi madre dormía plácidamente en un sillón.
Lloré, no me lo podía creer, estaba viva.
— Mamá... —la llamé, mi voz salió rasposa, parecía que no había vuelto a hablar hace varios meses, o años.
Ella comenzó a moverse hasta despabilarse completamente, me observó sin poder creerselo para luego correr a abrazarme con todas sus fuerzas mientras lloraba descontroladamente.
— Mi amor. —sollozo— Despertaste...
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The Walking Dead III
أدب الهواةTalvez solo sea pasajero, talvez sea eterno... La actitud de Cris tiene preocupados a todos, no querían perder esa tierna inocencia de ella que los ayudaba a seguir adelante día a día. “La gente cambia, solo aceptame como soy o déjame ir...”