╰┈➤ ⌗ !! 𝟎𝟏𝟖

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𝓒uando Kei se despertó, miró como Wakasa estaba en el suelo con su espalda recostada al sillón. Dormía tan tranquilo. Su respiración era débil y su cuerpo estaba relajado, completamente relajado. Sus pestañas se veían incluso más largas con los ojos cerrados, y su cabello blanco se reflejaba con los tenues rayos de sol de la mañana.

Kei, aún con la cabeza dándole vueltas, se levantó lo más silenciosa posible, tomó sus botas en manos y se puso una chaqueta verde militar que Wakasa tenía a un lado del sillón, justamente la que había usado la noche anterior. Cuando ya estaba en la puerta principal, la chica le dió una última y vaga mirada a Wakasa antes de cerrar la puerta a sus espaldas.

No hacia mucho frío, de hecho ya empezaba a hacer un ligero calor, pero aún era muy temprano. Por como se miraba el cielo, Kei dedujo que no podía ser mucho más de las seis de la mañana; para ser más exactos, por ahí de las cinco y media.

No había gente por la calle, se sentía raro caminar sola. Las aceras ni siquiera tenían gatitos merodeando por allí. Todo se sentía muy vacío.

La chica pensó que seguramente Wakasa tendría alguna cajetilla de cigarrillos en aquella chaqueta, por lo que buscó en sus bolsillo y no tardó mucho en encontrar una. Estaba nueva, seguro la había comprado el día anterior. La abrió y de ella sacó un cigarrillo, lo colocó sobre sus labios y con el encendedor que también encontró en otro bolsillo, lo encendió, dándole una larga calada.

Estaba en su mundo, como siempre, ni siquiera notó las pequeñas piedritas del suelo aunque estuviera descalza. Kei no recordaba mucho de lo que pasó al final de la fiesta, aunque si tenía un vago recuerdo de bailar con Wakasa y luego irse de aquella casa junto a él, luego de eso, sus recuerdos se volvían borrosos e incoherentes.

Planeaba ir a su casa para darse un corto baño y luego ir al colegio. Pero antes, terminó desviándose hacia una pequeña cafetería para comer algo, tampoco le importaba mucho llegar tarde. Aunque no sabía de ningún lugar que abriera tan temprano. Al final se quedó dando vuelta por la zona buscando alguna cafetería donde desayunar.

Al no lograr encontrar ningún lugar, se maldijo internamente y soltó un largo suspiro. Luego simplemente se sentó en la acera mientras se terminaba su cigarrillo.

—Ohh, eres la chica de la otra vez. —Un anciano habló a sus espaldas, asustandola y provocando que soltará un pequeño grito pero luego calló su boca con sus manos y se giró a mirar quién le hablaba.

Era el señor de la panadería en la que Wakasa había llevado a Kei. Ella solo pudo dirigirle una cálida sonrisa mientras dejaba de un lado su cigarrillo.

—No pensé encontrarme por aquí con usted. —Habló la chica levantándose y sacudiendo su ropa.

—Estaba sacando la basura de la panadería. —El señor señaló detrás suyo la misma panadería la cual Wakasa solía visitar, mientras seguía sonriente.

—Que tonta, no me di cuenta. —Kei se rió levemente—. Buscaba alguna cafetería que se encontrará abierta pero aún es muy temprano.

—¿Quieres pasar? Aún no he abierto pero ya tengo la repostería, y está recién hecha. —Ofreció el anciano con una cálida sonrisa invitandola a pasar. Justo en el momento en el que Kei escuchó "repostería recién hecha" estaba claro que no se podía negar.

Ambos entraron a la panaderia, que también tenía una zona de café, y Kei se sentó en una mesita luego de elegir una pequeña tartaleta de frutas y un té de frutos rojos y esperó a que el hombre se lo llevara. El señor colocó el plato con la tartaleta sobre la mesa y se fue a recoger el té recién hecho para colocarlo al lado de Kei también. Luego solo se sentó al frente de la chica y soltó un largo suspiro.

𝐓𝐄𝐄𝐍 𝐑𝐎𝐌𝐀𝐍𝐂𝐄 ━━𝐖𝐚𝐤𝐚𝐬𝐚 𝐈𝐦𝐚𝐮𝐬𝐡𝐢 若Donde viven las historias. Descúbrelo ahora