Protocolo de Emergencia Ante un Idiota en potencia (Ayuda Mundial)

Capítulo 7: Protocolo de emergencia

Que sensación más horrible es el caer al vacío.

En cuanto su cuerpo toco el agua, no tardó mucho en hundirse hasta el fondo del lago artificial. La presión ejercida por la aguas causa la estabilización de su armadura rápidamente, los sistemas empezaron a fallar con rapidez así como el oxígeno dentro del traje empezaba a acabarse. Sus ojos amenazaban con cerrarse para siempre y aquellas fuerzas que le habían permitido deshacerse de la tropas invasoras, parecían haber desapareció.

¿Cómo todo había terminado tan mal? Sebastián no le encontraba explicación a lo que había pasado en la ultima hora.

Tal vez debía dejarse caer, al final aceptar la dulce muerte que había tratado de llevárselo más de una vez. No tenía nada en la vida que pudiera resaltar como valioso, estaba solo, lejos de su familia y atrapado en un trabajo que odiaba. No había nada real a lo que pudiera aferrarse, nada más que a su poca voluntad de vivir que cada día se agotaba más rápido. Nadie lo iba a extrañar después de todo.

En cuanto se cerró los ojos, aceptado su destino, una mirada azulada llego a sus pensamientos. Oscar seguía en peligro y en manos de Vladimir no llegaría a vivir mucho.

Eso le hizo abrir los ojos de golpe encontrándose con su traje totalmente inundado de agua y las reservas de oxigeno completamente inundadas. No podía morir ahora, no cuando Oscar y el resto de sus compañeros estaban en peligro, y sin su ayuda todos morían a manos de Vladimir. Empezó a usar sus últimas fuerzas para nadar hasta la superficie, el peso del traje era mucho mayor que de costumbre y el agotamiento lo estaba invitando a rendirse, Sebastián usaba eso para nadar con más fuerza.

En cuanto logro tocar la superficie, se arrastró por el suelo hasta llegar a unos centímetros de lago. Se quitó el casco rápidamente y vomito todas las aguas que había tragado, mientras que su armadura expulsaba toda el agua y reiniciaba los sistemas. Se dejó caer en la superficie, agotado por todo lo que había pasado y tratando de analizar su próximo movimiento.

Vladimir y esa gente que jamás había visto en su vida tomaron ayuda mundial. No solo había aprovechado que el jefe no se encontraba en la oficina, sino que también cuando los empleados estaban más que agotados sin la capacidad de poder defenderse. El sitio no solo estaba lleno de paquetería inútil, sino también armas militares, eso los dejaba en una posición aún peor.

Debía llamar a los militares, al jefe, los ODST o quien hiciera falta; la situación era sumamente grave.

En cuanto logro recobrar algo de sus fuerzas, pudo notar como los sistemas de su armadura se habían restaurado, no estaban al 100% pero le servía para volver a encender la comunicación. Soltando uno que otro quejido logro levantarse del suelo y tomar su casco, debía tener el cuerpo lleno de moretones y uno que otro hueso roto, pero tenía otras prioridades en este momento.

⸺ ¡Jefe! ¡Soy yo, Sebastián! ¡Tenemos una emergencia y de las graves!

En la línea solo reinaba un profundo silencio lo que causo que el castaño maldijera a lo bajo. Si él no contestaba, tendría que correr hasta la base militar más cercana y con lo herido que estaba, no llegaría a tiempo para salvar a sus compañeros.

⸺ ¿Sebastián?⸺ el mencionado abrió los ojos sorprendido, nunca había estado tan agradecido de escuchar la voz de su jefe⸺ ¡Maldita sea! Estas vivo.

⸺Vladimir y su gente tomo ayuda mundial, están armados y son peligrosos⸺ afirmo el de armadura verde, hablando algo rápido por nos nervios⸺ Logre escapar de milagro, pero tiene a toda la empresa de rehenes.

⸺Vladimir⸺ gruño el jefe desde el otro lado de la línea⸺ Te enviare mis coordenadas, reúnete conmigo lo más rápido posible.

⸺Entendido.