En una pequeña ciudad en el sur de Inglaterra, vivía la familia Bennett, compuesta por los padres, Elizabeth y Charles, y sus gemelas, Emma y Sophie, de 10 años. La familia disfrutaba de una vida tranquila en una casa de campo rodeada de jardines, donde las niñas pasaban la mayor parte de sus tardes jugando.
Emma y Sophie, aunque gemelas, tenían personalidades completamente diferentes. Emma era aventurera y siempre encontraba la manera de meterse en alguna travesura, mientras que Sophie era más reservada y prefería pasar su tiempo leyendo o dibujando. Sin embargo, como buenas hermanas, eran inseparables y siempre estaban juntas en todas sus aventuras.
Un día soleado, las niñas decidieron explorar el bosque cercano a su casa, algo que sus padres les habían prohibido hacer sin supervisión. Pero el deseo de aventura era más fuerte, y Emma convenció a Sophie de que sería divertido ir a recoger flores y buscar animales sin que nadie las viera.
-No será por mucho tiempo -dijo Emma, con una sonrisa traviesa-. Solo un rato y volvemos antes de que mamá y papá se den cuenta.
Sophie, un poco nerviosa pero confiando en su hermana, aceptó. Las dos salieron de la casa sin que nadie las viera, y corrieron hacia el bosque, emocionadas por la pequeña aventura secreta.
Durante un par de horas, las gemelas exploraron el bosque, recogieron flores silvestres y se divirtieron corriendo entre los árboles. Sin embargo, al caer la tarde, se dieron cuenta de que habían perdido la noción del tiempo y que el sol empezaba a ocultarse. Sophie, preocupada, sugirió volver a casa de inmediato.
-Emma, deberíamos irnos. Mamá y papá estarán preocupados -dijo Sophie, mirando el cielo que se volvía de un tono anaranjado.
-Sí, tienes razón. Vámonos antes de que sea tarde -respondió Emma, sintiendo una pizca de preocupación.
Cuando las niñas regresaron a casa, la situación no era la que esperaban. Sus padres estaban visiblemente preocupados, y al verlas entrar por la puerta, Elizabeth las miró con seriedad, mientras Charles permanecía en silencio pero con una expresión de desaprobación.
-¿Dónde han estado? -preguntó Elizabeth con un tono firme-. Les dijimos claramente que no debían ir al bosque solas.
Emma y Sophie intercambiaron una mirada de culpa, sabiendo que no había manera de evitar lo que venía.
-Lo siento, mamá. Solo queríamos recoger flores y no nos dimos cuenta de la hora -dijo Emma, siempre siendo la más valiente para hablar primero.
-Eso no es una excusa, Emma. Sabes muy bien las reglas, y las rompieron a pesar de nuestras advertencias -respondió Charles, ahora tomando la palabra.
Sophie, sintiéndose culpable por haber seguido a su hermana, también intervino. -Fue culpa mía también, papá. No debimos ir.
Elizabeth y Charles se miraron por un momento, sabiendo que era necesario que las niñas entendieran la gravedad de su desobediencia.
-Suban a su habitación, ahora. Hablaremos de esto más tarde -ordenó Elizabeth, mientras las niñas, cabizbajas, obedecían.
Después de un tiempo, los padres subieron al cuarto de las gemelas. Elizabeth, con voz calmada pero firme, les explicó que la razón de su preocupación no era solo por las reglas, sino por su seguridad. El bosque podía ser peligroso, especialmente sin supervisión.
Charles, más severo, agregó: -Hoy aprenderán que las reglas no están para romperse. No es solo por capricho, es por su seguridad. Y cuando no las obedecen, hay consecuencias.
Emma y Sophie sabían que sus padres solo querían lo mejor para ellas, pero entendían que su pequeña aventura había cruzado la línea. Con ese momento de reflexión, las gemelas aprendieron que la obediencia no era solo una cuestión de seguir órdenes, sino de protegerse mutuamente y entender las preocupaciones de sus padres.
La noche terminó con una conversación familiar, donde las niñas prometieron ser más responsables, y sus padres, aunque estrictos, las abrazaron, asegurándoles que siempre estarían allí para cuidarlas.
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Castigos a través del mundo
Short Story"Castigos a través del mundo" es una colección de historias que exploran la diversidad de prácticas disciplinarias en diferentes culturas y familias. A lo largo de los relatos, veremos cómo en distintas partes del mundo, el castigo físico ha sido ut...