"Emily"

Cap 13 "Dios"

-Soy un ángel de la guarda, soy aquello a la que las personas soléis llamar "esperanza" soy esa pequeña voz que te ayuda y te anima a seguir adelante, fui enviada para guiar a un alma perdida, fui enviada para devolverte una razón para seguir.
Se fuerte David.

Esas fueron las ultimas palabras que oí justo antes de que Emily se desvaneciera de mi cuarto.
Me quede estatico mirando a un punto fijo

¿Un angel...?

Capitulo final.

Despues de aquel dia, no volvi a ver a Emily nunca mas.
Una sensacion de soledad me inundaba desde que despertaba hasta que me dormia, era oficial, estaba solo, no tengo amigos y a mi familia simplemente, no le importo una mierda.

¿Que voy a hacer ahora?

Es lo que me preguntaba a cada minuto que pasaba.
Estoy cansado, ya no tengo nada por lo que luchar, no tengo ganas de vivir mi vida pero tampoco tengo el valor de quitarmela.
Estoy anclado en un bucle de sufrimiento infinito.

Llevo horas tumbado en la cama de mi habitación, no he salido desde hace dias y mi familia no ha hecho nada para remediarlo.
Desde que me pillaron aquel dia con el brazo sangrando, deje de ser un miembro de la familia en si.

"A tomar por culo" pensé.
"Me ire a dar un paseo, necesito que me de el aire"

Agarre algo de ropa que tenia amontonada en la silla a modo de perchero, me la puse con algo de prisa y sali de mi casa.

Hacia tiempo que no me daba el aire, esta sensación se sentía tan... Reconfortante.

No sabia muy bien hacia donde ir, asi que simplemente empece a andar ciegamente esperando que algo interesante pasara.

Acabé llegando a la zona mas poblada de mi localidad, era bastante notable, ya que había el doble o el triple de gente de lo normal y resaltaban los edificios altos.
Anduve por la zona sin saber muy bien que hacer, vi una tienda y me entró algo de hambre, al fin y al cabo, no había desayunado.

Entré en la tienda. Me sorprendió no haberla visto abarrotada de gente, lo quieras o no, estaba en el centro de la ciudad.
En parte lo agradecí, me incomoda la gente, y mas en espacios tan cerrados.

Agarre un café preparado del Starbucks y me dispuse a pagarlo.
-¿Necesitas algo mas?
-No- respondí
-son 5'99€-

Saque mi cartera y empece a sacar las monedas como así lo hacia mi abuela.
1, 2, 3, 3'50...

Mierda...

Cuando me quise dar cuenta, vi que no me llegaba el dinero.

-Esto...- dije mirando hacia abajo

El dependiente se me quedo mirando esperando a ver que es lo que me pasaba

-Pensándolo bien, ya no tengo hambre- dije al fin.
-Bien, entonces hazme el favor y deja el producto donde lo has encontrado-

Asentí y eso hice.

Salí de la tienda algo avergonzado y seguí dando vueltas sin saber muy bien a donde ir.

Después de diez minutos andando a lo loco, un avión me llamo la atención, no suele pasar pero por alguna razón, me quede mirando el cielo.
El día estaba bastante despejado, dejaba ver un azul puro que solo rompía la estela que dejaba el avión, pero era de cierta forma hermoso.

El reflejo de los cristales se fundía con el color del cielo y creaba un efecto agradable a la vista.

Mientras observaba los edificios me percate de algo fuera de lo común.