Ensoñación

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No se preocupen, yo sé perfectamente a donde ir. - voceó Matías mientras llegaba a la salida.

¿ A donde vamos a ir, mogo ? - pregunto Juani.

A mi casa, a mi antigua casa. - dijo el castaño mientras salía del lugar.

Bueno. - respondió el ojiverde mientras lo seguía. Atrás lo siguió el de rulos, quien tambaleó un poco por su claro estado de ebriedad.

Matías era el que estaba más cuerdo, entonces fue el quien conducía hacia su casa. Aunque no controlo mucho su velocidad - es el auto de Enzo, que él pague sus multas - se dijo mentalmente.

Al habían llegado rápido a la casa de Matías. Los tres bajaron al mismo tiempo, y pudieron divisar que estaba oscureciendo, pero no le dieron importancia.

Va tocar dormir acá, mepa - musito el ojiazul mientras se acercaba a la puerta.

Si, fue. -

Matías se paraba en frente de la puerta y la golpea esperando a que su hermana le abriera.

No era tan tarde recién eran las 19:45, debía estar adentro. El ojiazul al ver que nadie abría, empezó a gritar.

Ya voy ! - exclamó una voz femenina desde dentro.

Cállate, Ignacio. - susurro Fran mientras le daba un leve golpe en el hombro.

Matías tan solo les dedicó una mirada amenazante. A veces sus amigos eran tan boludos, pero tan solo eran pequeños defectos.

Quién.. Matías !! - la castaña al darse cuenta de quien se trataba se alegró demasiado.

Vicky ! Perdóname que te venga a joder a esta hora, pero los chicos y yo tuvimos problemas, y nos preguntábamos si podíamos quedarnos aquí. - voceo el mayor mientras trataba de que sus amigos se comportasen.

Sisisi! Pasen nomás, no me jode a mi. - respondió la menor mientras abría paso al trío.

Matías y sus amigos pasaron de largo, al menos Fran y Mati, el ojiazul apenas podía pararse, estaba muy en pedo.

A ver vos, veni para acá, veni dale. - ordenó el castaño mientras iba tras su amigo, quien estaba muy desorientado.

Pero yo...yo...yo. - comenzó a balbucear cosas ininteligibles, al instante logro conciliar el sueño.

Como se nota que no están bien ¿ que les paso a los tres ? - cuestionó la menor.

Hombres querida. ¡ Hombres villeros, negros de mierda ! - respondió Fran muy histéricamente.

Lo pasa, Vicky querida, fue que yo le mencionó a Enzo que yo quería estudiar en la facultad y me dijo algo tan...tan feo e inútil. Y acá, lo que le paso a mi amigo Fran, fue algo similar, por último al bello durmiente que está ahí, al igual que nosotros peleo con el macho. - trató de explicarse.

Ósea qué básicamente los tres se pelearon con sus respectivos novios. - recalco la castaña.

Y si. -

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Esteban conducía sin destino alguno, tan solo hacía caso a lo que le ordenaban sus amigos.

Por ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora