¿Green o Verde?
Era solo un par de ojos... Solo unos...
El color, quería ver de que color eran.
¿Que tenía de malo mostrar sus ojos? Nada... Absolutamente nada.
— Seguramente solo sea un calambre de tripa, ya sabés.
El comentario sobraba, sabía que estaba sobrando pues los ojos del chico lo habían fulminado.
Ambos se encontraban un día lunes, en una clínica lejos, no sabían cuanto era lo que habían conducido para poder llegar hasta aquel lugar.
La clínica del trabajo, no era una opción, era la última opción.— Verdad, debe de ser un calambre de tripa.
— Seguro, lo más seguro es que por eso sean las náuseas.
— Y los mareos.
— Y tu mal humor.
— Tu mamá está de mal humor, maldito infe-
La puesta se había abierto mostrando a una mujer con vestimenta blanca siendo, la cuál rápidamente les sonrío a ambos chicos, haciéndose a un lado en una señal de que podía pasar.
— Supongo y tenemos que...
Las palabras del menor habían quedado en su boca pues Lando, había ingresado a la habitación azotando la puerta. Si estaba azotando la puerta de la clínica, no quería imaginar lo que le vendría cuando regresaran al hotel.
Vamos, solo habían sido un par de noches.
Dos, estaba seguro que eran dos.
¿Treinta minutos?
— ¡Tus malditos tres minutos para verme a los ojos, están haciendo que me desmaye cada tres malditas horas!
El acento del inglés en cada palabra habían hecho que su respuesta fuera pausada, quería defenderse porque el no había durado tres minutos.
— No fueron tres...
El sobre con la prueba fué lanzado hacia su cabeza una vez ambos habían llegado a la habitación del hotel. Siempre habían tenido habitaciones separadas, pero en vista de que ahora contaban con una "mejor relación", ambos habían compartido el recinto, quizás no se la manera más amistosa, pero lo estaba haciendo.
Quizás había sido una mala idea.
— Lee lo que dice el sobre.
— ¿Tenías lombrices?
— ¡PIASTRI!
— ¡¿QUE?!
— ¡Lee lo que dice el maldito sobre! Y más te vale no desmayarte porque te juro que en dónde...
El sonoro azote contra el sueño causó que su advertencia se viera pausada, sabía que aquello iba a suceder. Pero es que si no se desmayaba el mismo lo iba a matar.
No estaba seguro de que había sucedido, pero era un mal sueño. ¿Tanto había bebido? Dios, es que, ¿Cómo era posible?
¿Lando y él?
¿El y Lando?
Por favor, Lando, solamente había sido lindo con el cuando estaba ebrio. Era tierno solamente después de su estado post sexo y era romántico solo cuando buscaba sexo.
Era una broma... Solo una jodida mala broma.
— ¿Descansaste, mi amor?
La voz, esa voz...
— ¿Eh?
— ¡Despierta, idiota! No te atrevas a fingir que estás dormido de regreso porque te juro que ahora sí te duermo yo.
No estaba soñando, sus ojos lo primero que habían enfocado eran a un chico el cuál estaba frente a la cama, mientras gritaba un par de insultos, estaba seguro y eran insultos porque dudaba mucho que fueran palabras dulces..
— ¡Ni siquiera me estas poniendo atención!
Aquél último grito hizo que volviera a la realidad, es que en serio, el no estaba soñando. Fué hasta que vió como el chico se dejaba caer a la orilla de la cama que se levantó para poder acercarse con lentitud. No estaba seguro de si sería golpeado o no.
— Perdóname.
— No estás tomandote nada de ésto en serio.
— No es eso.
— Por favor, ¿Si te das cuenta de lo que te dije?
— Me doy cuenta.
— Y aún así me dices que tengo lombrices. — La voz se terminó cortando pues en un par de segundos más las lágrimas empezaron a caer. Lando, solamente lloraba de risa, ésto no podía estar pasando.
— No tienes lombrices... Pero tienes una lombricita ahí adentro. — Con suavidad murmuró mientras una de sus manos se deslizaba por el cuello del otro hombre en un intento de calmarlo.
— Tienes razón...
— Tienes una bonita lombriz, ahora en la panza.
— Pase de tener una lombricita en el culo, a tenerla en la panza.
Sus manos estaba cubriendo el rostro por lo que pasaron un par de segundos antes de que el mensaje y la broma llegara hasta el Australiano el cuál rápidamente se ofendió soltando un gruñido dándole un apretón a Lando, en el cuello.
— ¡Lando!
— Queeee.
— ¿No que estabas llorando?
— Lo estoy.
— ¿No estás llorando lo suficiente para dejar de molestarme?
— Estoy asustado, Oscar.
— Lo estoy también.
— Deberías de decirme que tú no para darme más tranquilidad, sabes.
— Tu deberías de decirme que todo estará bien.
— Todo estará bien.
Oscar, por más que quiso contratar como era clásico en su relación, vió como los ojos ajenos estaban pesados sobre él, estos estaba cristalizados por el reciente llanto pero joder, estos no titubeaban.
— Todo estará bien...
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¡No Amigos! Solo Enemigos.
Fiksi Penggemar"No Hay amigos, Solo Enemigos"... Tu compañero de equipo era tu claro enemigo, por supuesto. Es tu competencia, no puedes verlo con otros ojos, ¿O sí? Todos lo odiaban, el también debería hacerlo. ¿No? El mal humor de Lando, se debía a Oscar porqu...