"No Hay amigos, Solo Enemigos"... Tu compañero de equipo era tu claro enemigo, por supuesto. Es tu competencia, no puedes verlo con otros ojos, ¿O sí?
Todos lo odiaban, el también debería hacerlo. ¿No?
El mal humor de Lando, se debía a Oscar porqu...
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Las preguntas ya estaban creadas por parte de los organizadores por lo que ellos únicamente tenían que leerlas. Oscar, había leído tres preguntas que le habían tocado, eran bastante inocentes así que estaba bien con ello. Lando, estaba más animado que el día anterior por lo que eso era bueno, se sentía bien. ¿Estaba mal que el sintiera que le había ayudado?
— Me tocó una pregunta repetida. ¿Te tocó alguna de las que ya hicimos antes? — El menor entre ambos chicos se atrevió a preguntar para poder captar la atención de su compañero el cuál de inmediato pasó su mirada hacia las tarjetas que les habían sido entregadas.
— No, ninguna repetida. Supongo y tendré que dar una respuesta diferente así no creen que estamos re subiendo el mismo video.
La conversación fué pequeña pues la señal de que la cámara ya estaba corriendo fué dada así que ambos comenzaron con lo pedido. El primero en preguntar había sido el Británico, quién con una sonrisa bastante pequeña lanzó.
— ¿Consideras que eres mejor piloto que yo?
— No lo pienso, pero eso se define en las carreras, el público lo decide. — La respuesta había sido sincera, no tenía razones por las cuales sentirse inferior, tampoco era una mentira de que Lando, dejaba que su actitud mostrara más que su talento en la pista.
El ruido y el pequeño toque eléctrico hizo que saliera de sus pensamientos pues aquello había detectado que no era verdad.
— Bastante ego, ¿No lo crees?
— ¿Se le llama ego a la confianza en uno mismo?
Lando, únicamente negó entre la carcajada que aún estaba dando mientras cambiaba de tarjeta para preguntar la segunda. — ¿Estás cómodo conmigo? Cómo tú compañero, claro. ¿O te gustaría tener a alguien más de la parrilla?
Su interior deseaba gritar que sí, ya habían hecho las pases pero no sabía cuánto iba a durar y vamos, el tenía una relación más amena con cualquier otro piloto que con Norris.
— Te quedaste callado, ¡Eso significa que sí!
— Estoy bien contigo.
El ruido nuevamente había sonado en compañía de la corriente eléctrica haciendo que diera un nuevo salto. Ésta vez, si acepta que había mentido.
— Oscar, no me quiere como compañero. Pero ahora sí, vamos con la última pregunta. ¿Hay alguna penitencia por fallar tantas veces? — El resto del staff había reído en conjunto con los jóvenes, aceptaban que era gracioso que el Australiano recibiera toque tras toque. — ¿Que te gustaría compartir conmigo?
