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¿Solo un sueño o un deseo?

El golpe que había recibido en su espalda no era lo suficientemente fuerte, era más bien cálido

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El golpe que había recibido en su espalda no era lo suficientemente fuerte, era más bien cálido.

No era un golpe, se sentía como una mano. ¿Era una mano?

— ¿Hay alguna razón por la cuál esté acostado en tu cama y no esté en mi habitación?

El castaño se había quedado por un par de segundos quieto en su posición. Estaba acostado, observando hacia la pared de su habitación pero la voz era la de su compañero, era la del...

— ¿Que tal estás hoy? ¿Cómo te sientes?

— ¿Aparte de la resaca? Creo que estoy bastante bien y un poco confundido pero bastante bien.

¿Había escuchado bien? ¡¿Resaca?!

— ¡¿Cómo que resaca, Lando?! — El chico finalmente se había levantado, girando en la cama para poder observar a un Lando, muy asustado desde su lugar. — ¿Estás hablando en serio? Dios, estás loco. ¡Le puede hacer daño!

— ¿A quién?... ¿Al bebé? — Lando, soltó una carcajada mientras se levantaba de la cama, el chico estaba vestido únicamente con el pantalón de vestir. — Creí que yo había bebido más que tú ayer. — En medio de una risa más terminó por salir de la cómodo buscando en la habitación su camisa.

¡Esa era la camisa!

Entonces... Eso quiere decir que...

— Mierda.

— ¿Te duele la cabeza?

— Creo que no solo la cabeza. — Las manos del chico habían viajado hasta su rostro mientras trataba de asimilar lo que había soñado. Era increíble como es que el se había visto despertando de un sueño, estaba demasiado confundido. — ¿Pasaste aquí la noche?

— Supongo que sí, estoy recién levantándome también. ¿Estás vestido?

Aquella pregunta hizo que rápidamente sus manos viajaran desde su rostro hasta la sábana blanca que estaba cubriendo el resto de su cuerpo. Un suspiro de alivió salió luego de que por fortuna estuviese vistiendo únicamente un boxer.

— Pareces alterado. ¿No acostumbras a beber?

No era por la bebida o quizás sí, quizás era debido a ella que su mente le había jugado mal.

¡No Amigos! Solo Enemigos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora