13. Tortura

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Sentí como si hubiera sido golpeada por un rayo. Mi corazón latía con tanta fuerza que parece que va a explotar. Mi mente es un torbellino de emociones, pensamientos y recuerdos que se mezclan en un caos indescriptible.

La noticia de que mi padre es como un puñetazo en el estómago. Me deja sin aliento, sin palabras. No sé qué sentir, qué pensar. Estoy confundida, emocionada, asustada y esperanzada todo a la vez.

Recuerdo las noches en que lloraba destrozada por su abandono, las oraciones que le hacía a Dios para que lo devolviera a mí. Y ahora, resulta que está bien. ¿Por qué no me busco? ¿Por qué se fue?

Siento una mezcla de emociones que me hace sentir mareada. La alegría de saber que mi padre está bien se enfrenta a la tristeza y la rabia de haber sido engañada durante tanto tiempo.

Mi cabeza es un laberinto de preguntas sin respuestas. ¿Dónde está? ¿Por qué se fue? ¿Qué pasó? ¿Aún me quiere?

La incertidumbre es agobiante. Me siento como si estuviera caminando en la oscuridad sin rumbo, sin saber qué paso dar a continuación.

Pero sin embargo lo unico que puedo salir de mis labios fue un;

—¿Que...?—mi voz salió en un hilo.

Pude ver el rostro de Lion, el cual estaba con los labios entre abiertos, mirando con una expresión inexplicable a Owen.

Los ojos celestes de Owen estaban perdidos en algún lugar de la oficina, él estaba pensativo.

—¿¡Te estás volviendo loco!?—gritó Lion, haciéndome saltar en mi lugar.

Los ojos de Owen llegaron de inmediato hacia el moreno, viéndolo con una pisca de molestia.

—¿Loco?—Owen se acercó a Lion, su rostro endurecido por la ira.—Tú —dijo Owen, su voz baja y amenazante—. Tú eres el responsable de todo esto.

Lion se levantó de su silla, una sonrisa sarcástica en su rostro.

—¿De qué estás hablando, Owen? —preguntó Lion, su voz tranquila.

Owen se acercó más, con ambos puños cerrados.

—Sé que haz estado muy cerca de esa perra —dijo Owen—. Y además tu sabías que Magnus iba a ser el más perjudicado.

Lion se rió.

—No sé de qué hablas —dijo Lion—. Pero si crees que puedes amenazarme, estás equivocado.

Owen se detuvo frente a Lion, con su mirada furiosa.

—No te creas que puedes engañarme —dijo Owen—. Es imposible que todo esté saliendo mal.

Lion se puso serio.

—Owen, no sabes lo que estás diciendo —dijo Lion—. No es mi culpa de que Magnus se haya desviado del plan, por ella.—me miró.

Owen se burló.

—¿Que estás diciendo Lion? —preguntó Owen—. Ella es el plan. Por ella es que estamos aquí.—empujó a Lion con su dedo índice.

Lion se acercó a Owen.

Aún estaba en un trance, pero tendría tiempo para procesar luego.

—¡Detengan se!

—Hay cosas que no entiendes —dijo Lion, sin importar lo que yo dijera—. Cosas que no puedes imaginar.

Owen lo miró con desprecio.

—¿Qué mierda te pasa, Lion?—dijo Owen—

—No creo que puedas entenderme—dijo Lion—. Siempre haz sido tu el que manda. Y mira, Magnus está sufriendo quien sabe que.

Atracción enfermiza (NUEVA VERSIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora