10. Magnus

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No sabía cómo reaccionar, pero sentía que mi corazón se me saldría por la boca de lo acelerado que estaba. Avery nos miraba con una expresión que no supe descifrar.

Avery se acercó a nosotros con una sonrisa rara mente siniestra, lo cual me inquieto más.

—Ah, ah, ah... Eso es muy irresponsable de su parte.— Su voz sonó calmada, pero llena de amenaza.

Mire a Magnus y Lion, los cuales se miran nerviosamente entre sí. Está vez puse más atención en Lion, quien tenía algo en su rostro... cómo si esto se lo ¿esperará?. Sacudí mi cabeza ante ese pensamiento, no podría ser eso.

—¿Qué vamos a hacer?— susurré mientras me acercaba un poco más a Magnus.

—Tranquila, nada te va a pasar, y si algo pasa tendrán que pasarme por encima.—devolvió el en susurro.

—Bueno, es primera vez que ocurre esto de que mis pacientes encuentren mis pequeños secretos.—se burló.

—¿Por qué te estás burlando Avery?—Magnus habló en un tono retador.

Lo siguiente que hizo me hizo sentir una extraña sensación en el estómago. Me sentí empujada hacia atrás delicadamente, mientras él se colocaba delante de mí como un escudo. Su cuerpo grande y fuerte me protegía de cualquier peligro que pudiera venir. Sentí la calidez de su espalda contra mi pecho.

Magnus se había convertido en un muro infranqueable, impenetrable a cualquier amenaza. Su mano se cerró alrededor de mi cintura, manteniéndome cerca de él, y sentí un escalofrío correr por mi espalda al sentir su tacto cálido y protector.

Me sentí segura detrás de él.

Miré hacia arriba y vi la nuca de Magnus, y alli estaba, ese tatuaje que tanto me recordaba a mi padre. Me sentí agradecida de que estuviera allí, protegiéndome de cualquier peligro que se nos presentara. Mi respiración se regulo un poco.

Volví la mirada a Avery, quien aún nos miraba como si quisiera burlarse de nosotros.

Mi mirada viajó detrás de ella, al umbral de la puerta, llevándome una pequeña sorpresa al encontrar la intensa mirada del pelirrojo, observando la escena desde su lugar. Su expresión era neutra, pero pude percibir una leve preocupación en sus ojos.

Fruncí el ceño ante su expresión.

—Porque puedo, Magnus.—Avery respondió, y al mismo tiempo saco su celular, y apretó tan solo tres números.

Probablemente llamaría a los guardias... pero de repente, Owen se acerca a Avery y le susurra algo al oído. Avery se detiene y mira a Owen con sorpresa.

—¿Qué dices?—pregunta Avery.

Owen dirige una mirada fugaz hacia nosotros.

—Creo que deberíamos hablar con ellos antes de tomar cualquier medida—dice.

Avery frunció el ceño.

—¿Por qué?—pregunta.

Owen se encoge de hombros, como si no le diera importancia .

—Acuerdate de que han estado muy pendientes de todo, no vayas a cagarla con alguna de las medidas drásticas que tomas de la nada.

Entre abrí los labios ante su respuesta, me había dejado pensando la forma tan informal que le hablaba a su... jefa. Y ¿Por qué Owen está interviniendo?

—¿Y que quieres que haga, Owen?—respondió con ironía.

—Que solo los dejes ir, no parece que hayan leído más que sus expedientes médicos.

Atracción enfermiza (NUEVA VERSIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora