Capítulo 7: Con sabor a frutilla

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Yoko abrió la boca sorprendida cuando la imágen de con una botella de vidrio, vacía, Kylan yacía en su mano derecha y la otra estaba dentro del bolsillo de su pantalón. Escondiendo algo.

Corrió los pasos que la separaban de sus amigos y se acercó al auto de la profesora. Caminó alrededor de él varias veces analizando su estado. Se llevó una mano a la frente y luego la pasó bruscamente por su rostro.

Infló su pecho con la mayor cantidad de aire posible y lo soltó cuando volvió a estar frente a Kyler.

—¿Qué hiciste? —preguntó aferrándose a la tira de color azul que salía de su mochila para cuando la colgara sobre su espalda— Jasper va a salir y todos vamos a estar en problemas.

—¿Por qué? No he hecho nada malo.

—¡Vaciaste el maldito contenedor de basura sobre el auto de una profesora! ¿Es qué no piensas antes de hacer las cosas? Mierda, allí vienen —dijo cubriéndose la cara con ambas manos y estirándose los labios en señal de molestia. Jasper y la señorita Faye se acercaban con la mirada fija en ella.

—Jóvenes —escuchó Yoko la voz de Jasper deteniéndose frente a ellos. Faye a su lado la miraba de una extraña manera— ¿Quién ha cometido este desastre?

—El tacho estaba estorbando, director —respondió Kyler escondiendo la botella tras su espalda— Quise patearlo y cayó sobre el auto de la señorita Malisorn, fue un accidente.

—Henry, ¿tú qué tienes para decir?

—Kyler ya lo ha dicho todo —dijo Henry en el momento que el director le preguntó a él.

—¿Señorita Apasra?

Yoko alzó la vista del suelo y la clavó sobre Faye, la profesora la observaba con lo que percibió era temor, molestia y decepción. Tres palabras que a ella misma le molestaban porque a diario las sentía. Pero ahora alguién las estaba sintiendo por ella y era peor.

Desvió su vista en Henry que rápidamente le hizo una seña de silencio.

Nunca había delatado a sus compañeros, por nada, ni en el más tonto de los casos, y nunca lo haría, a pesar de todo, Henry y Kyler eran las personas más allegadas a ella y no quería que por unas palabras todo se terminará.

En el primer año de entrar al McKinley, Henry ma ha la defendido de dos porristas cuando intentaron arrinconarla contra uno de los baños sólo para encerrarla y dejarla, sabrá dios, cuánto tiempo allí dentro.

A finales de ese mismo. Kyler se enfrentó con un tal Logan que cuando la veía sola en los pasillos, se extralimitaba con sus preguntas, roces y acciones. Kyler lo esperó en el baño de hombres y arregló la situación en solo diez minutos.

Ahora, la suerte estaba rebotando y pedía por quedarse en ella.

—Como Kyler dijo pasaron las cosas —dijo finalmente evitando la mirada de Faye. Esta se acercó a su auto y comenzó a quitarle los papeles, vasos, y restos de comidas que lo cubría completamente.

—¿Y la explosión? —preguntó Jasper con duda. Sabía que, como cada vez que hablaba con el trío, nunca obtenía las respuestas que buscaba— ¿Quién generó esa explosión?

De reojo, notó como Faye dejaba de quitar la basura y volteaba a verla.

—Está mañana compré una botella de alcohol —respondió Yoko dando un paso hacia adelante al notar la cercanía de Faye tras ella— Bebí un poco y lo arrojé dentro del recipiente, lo olvidé y cuando encendí un cigarro y luego lo bote, bueno, explotó —dijo pegándose a la espalda de Kyler, retirándole la botella con disimulo y arrimándola contra su pecho.

Lenguaje del amor - FayeYokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora