*Pesadilla*

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Corro desesperadamente por una calle oscura y estrecha. No conozco este lugar y varias sombras me persiguen desde hace rato. Todas las calles son iguales, llenas de edificios negros con pequeñas ventanas de color gris. Creo que son de unos diez pisos pero, antes de pararme a contar lo pisos que tienen y que esas sombras me alcancen y me maten, prefiero seguir corriendo. Por mucho que odie correr es lo que tengo que hacer si quiero seguir viva.

Al doblar otra esquina veo algo que no me espero. Derrapo y me paro en seco con los ojos como platos.

No puede ser, imposible. Ella no.

- Por aquí - me dice con voz suave.
Entonces se da la vuelta y desaparece al doblar otra de las muchas esquinas.
- ¿Que demonios? Esto no puede estar pasando. Mi madre esta muerta.

Siento como se me empieza a formar un nudo en la garganta y como las lágrimas caen por mi rostro.

De repente oigo los pasos de las sombras acercándose cada vez más, y eso es, precisamente, lo que me hace reaccionar.

Salgo corriendo, otra vez. Doblo la misma por la que he visto desaparecer a mi madre y, por raro que parezca, ahí estaba ella esperando a que yo le siguiera.

No se cuanto tiempo he estado corriendo pero, ya no puedo mas. Tengo las piernas doloridas y siento mi garganta arder.

Entre jadeos le grito...
- Mamá....por favor...para. Por dios...frena. ¡No puedo más!

Pero ella me ignora y sigue corriendo. Empiezo a marearme y me obligo a parar.

- No me lo puedo creer. Mi propia madre, me ha abandonado.

Las lágrimas amenazan con volver a salir a la superficie pero me las trago. Es una tontería. No voy a llorar por algo que no es real. Mi madre esta muerta. Ya lo tengo asumido, mas o menos. Su recuerdo aun me duele, pero no voy a ilusionarme ni a crearme falsas esperanzas. No ahora.

Un estruendo me saca de mis pensamiemtos. Me giro despacio y veo como un cubo de basura rueda en mi dirección. A debido de tirarlo alguna de las sombras. Lo raro es que ya no las oigo, lo único que escucho es el ruido que hace el cubo de basura y mi agitada respiración.

Ya esta. Se acabo. Este es mi fin. ¿Como irán a matarme? Quizás son unos psicópatas que quieren descuartizarme. O a lo mejor me atarán a una silla y me arrancaran la piel con un pelador de patatas. Joder ya, calmate estúpida.

- Genial. Lo que me...

Antes de que pueda terminar la frase algo me lanza contra la pared de el edificio de enfrente. Unas manos, o, mejor dicho, unas garras, me cogen por el cuello y me golpean de nuevo en la pared. Empiezo a ahogarme. No puedo respirar. Mis piernas intentan golpear a la cosa que me sujeta y con mis manos intento liberarme del agarre.

Ahora me doy cuenta de que no es una sombra, es un hombre, aunque no consigo ver bien su rostro porque lo lleva tapado por una capucha que forma parte de una especie de túnica negra. Ay dios. ¿Que es esto? El loco de la capucha tiene alas. ¡Tiene alas! Son enormes y blancas.

Tan embobada como estaba no me he dado cuenta de que ya consigo respirar normal pero, de repente....

-Ahhhhhh....

Este desgraciado me ha clavado sus garras en el pecho.

Saca las garras de mi cuerpo e intenta volver a clavarmelas pero, algo o alguien me lo quita de encima. Ya no distingo las cosas, ni siquiera seria capaz de distinguir los dedos de mi mano ni aunque la tuviese delante de mis narices.

Con todo el dolor no he notado que unos brazos me han levantado y depositado en el suelo. Todo esta borroso y, lo único que logro ver antes de sumirme en agujero negro son unos ojos brillantes de color verde.

Me despierto de repente y me caigo de mi cama. Tengo la respiración agitada y estoy temblando. Entonces, me doy cuenta que todo ha sido una pesadilla. Una de las muchas que tengo desde que murió mi madre.

Poder Oscuro [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora