The first prince (jegulus)

desconocidos

1 de septiembre de 1977

Como cada primero de Septiembre, el andén nueve y tres cuartos se encuentra abarrotado de alumnos acompañados de sus familias despidiéndose de ellos. Peter, Remus, Sirius y James se han despedido de los reyes en el palacio, ya que no pueden acompañarlos y arriesgarse a llamar la atención. En su lugar, son llevados por el escolta privado de la familia y James se esconde bajo la capa de invisibilidad hasta cruzar el muro del andén. Saludan a un par de compañeros y se suben en uno de los compartimentos del tren, ubicado en el centro del vagón.

-Hola, hay hueco para dos más? - pregunta Lily en la puerta. Acaba de llegar acompañada de Mary Macdonald, su mejor amiga. James nota que su amiga se ha cortado el pelo y ahora luce una media melena. Este verano se han visto muy poco porque ha estado ocupada viajando con sus padres, pero el moreno reconoce que le ha sentado bien el verano. O puede que sean las ondas que le dan volumen a sus hebras pelirrojas o quizás que lleva un poco de maquillaje, algo raro en ella. Al contrario de Mary, quien lleva un maquillaje muy colorido con una especie de raya de color amarillo que contrasta de maravilla con su piel oscura.

-Claro, adelante. - dice Remus esbozando una sonrisa, está sentado a un lado de la ventana con Sirius pegado a su costado. Este tiene la cabeza apoyada en su hombro y unas gafas de sol negras cubriéndole los ojos. Peter se sienta al lado de Sirius para dejarle hueco a las chicas en el asiento de enfrente junto a James. Las chicas le agradecen mientras le revuelven un poco el pelo y se sientan saludando a James.

-Sirius, no hemos empezado el curso y ya andas resacoso? - pregunta Mary mofándose de su amigo.

-Para tu información, querida, esto es porque ayer tuve una alucinante noche de sexo con mi novio y me dejo exhausto. - responde bajándose un poco las gafas y mirándola para después volverlas a subir.

-En mi casa? - grita James fingiendo un tono ofendido. Sirius y Remus empezaron a salir en octubre del año pasado,  justo cuando todos sus amigos estaban perdiendo la cabeza ante el evidente enamoramiento mutuo que tenían. Por lo que a James no le pilla de sorpresa lo del sexo, no después de que Sirius se pasara una hora entera hablando de su próstata después de la primera vez que hizo el amor con Remus.

-Mucha información, gracias. - dice Lily a la vez, mientras todos excepto Remus, quien tenía la cara roja y la ocultaba detrás del libro que esta leyendo, estallan en carcajadas.

Después de ponerse al día, hacen silencio concentrándose cada uno en lo suyo. Mary y James comparten auriculares escuchando música en el cassette portátil de ella, aprovechando sus últimas horas de funcionamiento antes de que entren en Hogwarts y se vuelva loco. El resto intuye que se trata de un mix raro entre éxitos de Queen, ABBA, Bowie y The Beatles por el sonido que exterioriza el aparato. Peter se dedica a escribir mientras Lily y Remus hunden sus narices en dos libros enormes y Sirius dormita encima de su novio. Un rato después, les interrumpe la señora del carrito, a la que le compran una cantidad excesiva de dulces y chocolate (para moony). Comen hasta no poder más y cuando queda una media hora para llegar, se cambian su ropa de calle por el uniforme.

Una vez en la estación, Mary y Lily se despiden de ellos. Se verán en un rato en la cena, pero las chicas van a ir en los carruajes con otras de sus compañeras. Tres de los chicos asienten en su dirección y el cuarto, Sirius, mira con los ojos bien abiertos por todo el andén.

-¿A quien buscas, pads? - pregunta James parándose a su lado. Sirius se ha puesto de puntillas, y no es porque sea bajito, pero empieza a brincar intentando ver sobre el mar de cabezas que se va despejando poco a poco.

-A Reggie, no lo he buscado en el tren porque me daba pereza salir, pero debe andar con el dúo de serpientes. - Barty Crouch Junior y Evan Rosier son los mejores amigos de su hermano Regulus, quienes no habían perdido el contacto tras su partida a Francia gracias a las relaciones entre sus familias. Con Sirius, sin embargo, no se llevaban tan bien. Mantienen las distancias pero se comportan decentemente cordiales cuando les toca relacionarse. Lo cual, para el agrado de todos, pasa poco.