The first prince (jegulus)

los gemelos Prewett

25 de septiembre de 1977

James lee una guía sobre el cuidado de las escobas mientras acaricia la cabeza de Sirius en su forma canina. El azabache dormita tumbado encima de su amigo mientras este le hace cariñitos y se ríe cada que el can deja salir suaves suspiros. Están solos, Peter se ha ido a la biblioteca para estudiar con las chicas y Remus ha ido a hablar con Madame Pomfrey.

El aleteo de una snitch despierta a Sirius, que bufa molestó a la pelota voladora y mira con el ceño fruncido a su amigo. James la atrapa y aprovecha para dejar a un lado su libro y acurrucarse más con padfoot para dormir un rato hasta la hora de la cena. Esta noche volverán al bosque prohibido para pasar la luna llena de septiembre con moony y Sirius siempre es el que se encarga de estar más descansado para estar atento a todo lo que pudiera pasar y jugar toda la noche con el lobo de Remus. Cuando el moreno empieza a quedarse dormido, un ruido en el pasillo le alerta y mira al perro negro encima suyo que ni se ha inmutado. Se acomoda de nuevo pero no pude ni cerrar los ojos cuando vuelve a escuchar como se arma jaleo en los pasillos. Bufa molesto y se levanta con cuidado de no molestar a Sirius.

-Ey, que pasa? - pregunta asomándose por la puerta de su habitación.

-Fabian y Gideon acaban de pelearse con unos de Slytherin. - le responde un alumno de sexto año. James suspira y se pone las convers de mala manera mientras baja las escaleras hasta la sala común, donde se encuentra con los mellizos Prewett.

-Potty! - gritan al unísono. Fabian tiene el ojo derecho hinchado y este está empezando a oscurecerse entre tonos rojizos y morados. El labio partido con sangre seca en la comisura y los nudillos de ambas manos llenos de golpes. Gideon parece haberse llevado la peor parte, pues tiene la ceja izquierda partida, la nariz reventada en sangre, unos cuantos mechones pelirrojos manchados de rojo y James alcanza a ver algunas marcas de golpes en los brazos.

-Que demonios ha pasado? Quien ha sido? - pregunta James preocupado. Los mellizos tienden a meterse en muchos líos ya que junto a ellos son los más bromistas que hay en Hogwarts, pero eso era una cosa y ver las caras ensangrentadas de ambos es otra.

-Tranquilo, - dice Gideon - tendrías que ver a los otros. - completa Fabian.

-Eso no me tranquiliza, idiotas. - regaña James.

-Ha sido Mulciber, ha empezado a insultar a unas chicas nacidas de muggles que estaban en los jardines. - Marlene entra por la puerta con las trenzas despeinadas.

-Te has metido tu también? - James inspecciona a su amiga en busca de heridas. Como el estupido ese le haya puesto una mano encima James se va a encargar de que no pueda volver a levantarla.

-Tranquilo, yo solo le he dado el golpe de gracia. Estos idiotas se han encargado de los demás. - los tres sonríen orgullosos y James suspira. Revisa una última vez que su amiga este intacta y acompaña a los mellizos (a regañadientes) hasta la enfermería.

-Prongs? - se encuentran a Remus en la entrada de la enfermería.

-Hola moony. - James frena al verlo y suelta el brazo de Gideon, a quien llevaba apoyado contra su cuerpo.

-Fabian, Gideon, que demonios? - su amigo inspecciona el rostro de sus compañeros y frunce el ceño ante la imagen.

-Se han peleado con Mulciber. - aclara James.

-Oh, bien hecho. - sonríe. A Remus no le cae nada bien ese sujeto, siempre iba detrás de Sirius insinuándose y haciéndole sentir incómodo. Sirius jamás le dejó intervenir y tras el invierno de su sexto año Mulciber aparta la mirada cada que se topa con el mayor de los Black. Cuando le preguntaron, este solo dejó caer que la familia de este le debía muchos favores a la noble casa de los Black.

-Moony, no los animes. - regaña James.

-Tu tampoco lo soportas. - añade.

-Pero tampoco me hace gracia ver a estos dos con la cara hecha un cromo. Tirad para dentro a que poppy os cure, vamos. - los mellizos desaparecen tras las puertas junto a un grito ahogado que James supone viene de Madame Pomfrey. - Que tal moony? Poppy te ha dado la poción?

-Si, pero me ha dicho que aún así seguiré despierto. - mira a ambos lados asegurándose que están solos antes de continuar - Hará que el lobo no sea agresivo y quiera atacar a todo lo que se mueve.

-Eso es porque el lobo no es agresivo, solo está asustado moons. - pegan un brinco cuando escuchan la voz somnolienta de Sirius detrás de una columna. Remus tapa los ojos de James cuando Sirius sale desnudo y se apresura a ponerle su túnica tapando su cuerpo. El moreno se queja alegando que no es nada que no haya visto ya. No miente, pues la mayoría de tatuajes que tiene Sirius se los ha hecho con James al lado.

-Pads! Has vuelto a salir de día, y si alguien te ve? - susurra Remus.

-Tranquilo moony. Llévame, estoy cansado. Me he despertado por el jaleo en la sala común y he seguido a prongs porque no sabía que pasaba. - dice mientras se cuelga del cuerpo de Remus, a este no le queda de otra que pasar las manos por las piernas de Sirius y alzarlo para llevarlo cargado de vuelta a los dormitorios.

Se reúnen para cenar todos juntos y cuando la luna empieza a asomar, los cuatros se encuentran cruzando el pasadizo que los conduce a la casa de los gritos, donde esperaban a que moony se tomara la poción y después de transformarse corrían todos juntas hacia el bosque prohibido. James lleva el mapa del merodeador guardado en la túnica para cuando volvieran al castillo.
Remus y Sirius encabezan la marcha cogidos de la mano, los días antes a la luna llena moony siempre se siente ansioso. Esta cansado, de mal humor, no controla su fuerza y tiende a ser un poco más agresivo. A Sirius no le importa, se lo ha dicho muchas veces, pero el mayor siempre se preocupa e intenta alejarse de sus amigos para no hacerles daño. Peter va tarareando una canción junto a James y este se une reconociendo la melodía de Bohemian Rhapsody, sus compañeros más de una vez les habían sugerido que formaran una banda, pero James no se veía encima de un escenario, ya suficiente tiene con haberse criado en un palacio bajo el foco de toda Inglaterra sobre sus hombros.

-Wormy tienes una voz muy bonita, alcanzas las notas altas sin problema. - James decide dejarles un poco de espacio a los tórtolos mas adelante.

-Gracias prongsy, mi abuela era soprano, mi madre siempre dice que soy el único que ha heredado algo de su voz. - ríen con la complicidad que han ganado todos estos años.

Están prácticamente cruzando el umbral de la casa de los gritos cuando Remus empieza a sentirse mal, Sirius lo agarra por debajo de sus brazos y lo carga sobre el hasta la parte de arriba, donde lo deja suavemente sobre la cama destartalada y saca la poción para moony. Los tres se reúnen a su alrededor y Remus los mira con pena.

-Lo siento chicos, nos vemos mañana. - le dan un abrazo rápido y el castaño ingiere la poción con una mueca de desagrado. James no la ha probado, pero esta seguro por el olor y el aspecto que precisamente a piña colada no debe saber.

Tras tomársela, el cuerpo de Remus empieza a adormecerse y Sirius le ayuda a tumbarse sobre las sábanas. Luego, los tres se sientan en el suelo a esperar la salida de la luna mientras tararean un par de canciones que han salido este año.
Cuando los rayos de la luz de la luna empiezan a colarse entre las rendijas de las ventanas, los gemidos lastimeros se escapan de la boca de su amigo. Es un proceso duro de ver, pues Remus tiene que sufrir como se le rompen todos los huesos del cuerpo hasta volverse un lobo gigante de color gris plateado.

Sirius, quien es el que más sufría por su pareja, no tarda nada en transformarse en padfoot y corrie hacia la cama para lamer la cara de Remus que poco a poco se va transformando en la de su lobo. Su morro empieza a estirarse mientras le crece el pelaje y se retuerce de dolor por la transformación. Tras unos minutos tortuosos, James y Peter también se transforman para no asustar a moony con su presencia humana. Una vez están los cuatro transformados, wormtail se sube encima de las astas de prongs, que se queja mientras bajan las escaleras porque no ha calculado, una vez más, lo estrechó que es el pasillo para meter sus astas por el. Dejan solos a pads y moony para que el segundo se acostumbre y cuando la luna casi alcanza su punto álgido, padfoot sale a la carrera de la casa con una sonrisa en la cara mientras moony le sigue de cerca. Prongs empieza a correr también y los cuatro juntos se pierden en la espesura del bosque prohibido.