Ecos del Destino

capítulo 20: Corazones Divididos

Las semanas transcurrieron en la Academia Babymonster de forma rutinaria, pero Ahyeon no podía sacarse de la cabeza la confesión de Wonyoung. Aunque había agradecido su honestidad y pedido tiempo, esa declaración había dejado una huella profunda en su corazón, uno que todavía luchaba por sanar después de su ruptura con Chiquita.

Por otro lado, Chiquita estaba haciendo todo lo posible por mantenerse firme. Había intentado centrarse en sus estudios y en sus amigas, pero verla a diario con Wonyoung cerca no hacía más que reavivar el dolor que sentía. Había sido su decisión poner fin a su relación, pero eso no significaba que los sentimientos hubieran desaparecido. Cada mirada, cada risa compartida entre Ahyeon y Wonyoung se clavaba en su corazón como una pequeña espina.

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Una tarde, Chiquita estaba practicando en la sala de baile cuando Lisa apareció. Llevaba días notando cómo su hermana se hundía cada vez más en sus pensamientos, y decidió que era hora de intervenir. Se acercó, deteniéndose frente a Chiquita, con los brazos cruzados y una mirada seria.

Lisa: "Canny, tenemos que hablar."

Chiquita se detuvo y suspiró. Sabía que este momento llegaría, pero no estaba preparada para enfrentarlo.

Chiquita: (Evitando la mirada de su hermana) "No tengo nada de qué hablar, Lisa."

Lisa frunció el ceño y se acercó más, poniendo una mano en su hombro.

Lisa: "Te conozco demasiado bien, Canny. Estás sufriendo, y lo peor es que intentas hacerlo sola. No tienes que cargar con esto por tu cuenta."

Chiquita: (Con la voz temblorosa) "No quiero hablar de eso. Fue mi decisión terminar, pero ahora todo se siente... diferente. No esperaba que alguien más se acercara a Ahyeon tan pronto."

Lisa la miró con compasión, entendiendo el dolor de su hermana menor.

Lisa: "A veces, las decisiones más difíciles son las correctas. Sabes que ambas necesitaban un tiempo para crecer, pero eso no significa que debas cargar con la culpa o el resentimiento. Y si Wonyoung tiene sentimientos por Ahyeon, eso no cambia lo que ustedes dos compartieron."

Chiquita finalmente dejó caer su guardia y, con un suspiro profundo, abrazó a Lisa. La presencia de su hermana mayor siempre había sido un refugio en los momentos difíciles.

Chiquita: (Entre lágrimas) "La extraño, Lisa. La extraño más de lo que pensé que lo haría."

Lisa: (Acariciándole el cabello) "Lo sé, pequeña. Pero todo a su tiempo. Tal vez esto sea solo una etapa, o tal vez encuentres algo nuevo para ti. Lo importante es que te cuides primero."

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Mientras tanto, en otro rincón de la academia, Jennie y Ella también discutían sobre la situación de Ahyeon. Jennie, siendo la protectora mayor, había notado cómo su hermana estaba lidiando con la montaña de emociones que la envolvía.

Jennie: "No me gusta que Ahyeon esté pasando por esto sola, Ella. Sé que intenta ser fuerte, pero está claro que la ruptura con Chiquita aún la afecta."

Ella: (Asintiendo) "Es cierto, pero también está aprendiendo. Ahyeon necesita tiempo para descubrir quién es sin estar atada emocionalmente a alguien más."

Jennie: "Lo sé, pero con Wonyoung en la ecuación, temo que termine saltando a algo nuevo antes de estar lista."

Ella se quedó en silencio un momento, reflexionando. Sabía que su hermana tenía razón, pero también entendía que Ahyeon era lo suficientemente madura para tomar sus propias decisiones. Si bien el amor entre Ahyeon y Chiquita había sido fuerte, tal vez esta nueva situación con Wonyoung le permitiría encontrar una nueva perspectiva.

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Esa misma noche, mientras el grupo de Babymonster cenaba, el ambiente era tenso. Todas las chicas podían sentir las emociones flotando en el aire, aunque intentaban mantener la conversación ligera. Pharita, siempre observadora, fue la primera en romper el silencio.

Pharita: (Con una sonrisa nerviosa) "Así que... ¿cómo les fue hoy en la práctica? ¿Alguna novedad?"

Rora lanzó una mirada de advertencia a Pharita, como diciéndole que no tocara el tema, pero era evidente que las chicas necesitaban hablar sobre lo que estaba pasando.

Ruka: (Con un suspiro) "¿Vamos a seguir fingiendo que todo está bien? Chiquita, Ahyeon... Ustedes saben que pueden hablar con nosotras, ¿verdad?"

Chiquita y Ahyeon se miraron brevemente, incómodas por estar en el centro de la conversación. Ahyeon fue la primera en hablar, aunque con una voz temblorosa.

Ahyeon: "Sé que todas se preocupan, pero... es complicado. Chiquita y yo... nos estamos dando tiempo para procesar las cosas."

Chiquita asintió, aunque evitó la mirada de las demás.

Chiquita: (Con voz baja) "Es lo mejor por ahora."

Rami: (Con suavidad) "Lo entendemos. Solo queremos que sepan que estamos aquí para ustedes, para lo que necesiten."

Asa, siempre directa, decidió cambiar el tema antes de que la tensión aumentara más.

Asa: "Bueno, suficiente drama por una noche. ¿Alguien quiere ver una película después de cenar?"

Las chicas rieron, agradecidas por el cambio de tema, aunque sabían que el asunto no estaba completamente resuelto.

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El reloj marcaba medianoche cuando Ahyeon salió al jardín de la academia. Sentía que el aire fresco la ayudaba a pensar con más claridad. Mientras observaba las estrellas, escuchó unos pasos detrás de ella. Era Wonyoung, quien la había visto salir y decidió acompañarla.

Wonyoung: (Con suavidad) "¿Te molesta si te acompaño?"

Ahyeon negó con la cabeza y sonrió levemente.

Ahyeon: "Claro que no."

Ambas caminaron en silencio por un rato, hasta que Wonyoung finalmente habló.

Wonyoung: (Con cuidado) "Sé que necesitas tiempo, y lo respeto. Solo quiero que sepas que, pase lo que pase, estaré aquí para ti."

Ahyeon la miró, sintiendo el peso de sus palabras. Agradecía el apoyo de Wonyoung, pero al mismo tiempo, sabía que su corazón aún no estaba listo para dejar el pasado atrás por completo.

Ahyeon: (Con sinceridad) "Gracias, Wonyoung. Eres increíble, pero... aún estoy tratando de encontrar mi camino."

Wonyoung asintió, entendiendo. Sabía que debía ser paciente, pero en su interior, esperaba que algún día Ahyeon pudiera corresponder sus sentimientos. Mientras tanto, se conformaría con estar a su lado, como amiga.

Y así, bajo el cielo estrellado, las dos chicas se quedaron en silencio, contemplando lo que el futuro podría depararles.