El aire era pesado en la Academia Babymonster, como si el propio edificio sintiera la tensión entre sus paredes. Las palabras que habían flotado en el aire la noche anterior seguían presentes, sin ser dichas del todo, pero latiendo en los corazones de cada una de las chicas.Chiquita y Ahyeon se habían distanciado aún más, a pesar de las promesas y del abrazo compartido en el jardín. Ambas sabían que las heridas eran profundas y que, aunque intentaran avanzar, algo se había roto entre ellas.
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En la sala común, las chicas intentaban actuar con normalidad. Pharita y Rora discutían sobre un nuevo video de coreografía, mientras Asa y Rami revisaban la agenda de la semana. Sin embargo, todas podían sentir el cambio en el aire cuando Chiquita entró, con el rostro serio y la mirada perdida.
Pharita: (Con tono suave) "¿Todo bien, Chiquita?"
Chiquita asintió ligeramente, pero no dijo nada más. Sabía lo que tenía que hacer, pero eso no lo hacía más fácil. Ahyeon, que había estado observando desde el otro lado de la sala, sintió un nudo en el estómago. Algo en la expresión de Chiquita le decía que ese día sería diferente.
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Más tarde, en su rincón secreto del jardín, el mismo lugar donde habían compartido tantos momentos felices, Chiquita estaba sentada en el banco de piedra, esperando. Ahyeon llegó minutos después, con el corazón latiéndole con fuerza. Sabía que algo estaba mal, pero no quería enfrentarlo.
Ahyeon: (Suavemente) "Canny, ¿qué pasa?"
Chiquita miró hacia el cielo por un momento, tratando de encontrar las palabras. Sus manos temblaban ligeramente, pero se obligó a seguir adelante. Era lo correcto, aunque doliera.
Chiquita: (Con voz quebrada) "Ahyeon… no puedo más. No podemos seguir así."
Ahyeon sintió que el suelo se desmoronaba bajo sus pies. Su respiración se aceleró, y el miedo la envolvió como una ola. Se sentó junto a Chiquita, sin tocarla, pero demasiado cerca como para ignorar la energía que aún había entre ellas.
Ahyeon: (Desesperada) "¿Qué quieres decir con eso? Pensé que íbamos a trabajar en esto, que íbamos a estar bien."
Chiquita cerró los ojos, odiándose a sí misma por el dolor que veía en Ahyeon. Pero sabía que esta era la única salida.
Chiquita: (Con lágrimas en los ojos) "Te amo, Ahyeon. De verdad te amo. Pero no puedo seguir viviendo con este miedo, esta inseguridad… Esto nos está destruyendo. No quiero que lleguemos a un punto en el que nos odiemos."
Ahyeon negó con la cabeza, las lágrimas comenzaron a brotar, pero no dijo nada. Sabía que Chiquita tenía razón, pero no estaba lista para aceptar que todo había terminado.
Ahyeon: (Con voz rota) "No quiero perderte… No sé cómo hacer esto sin ti."
Chiquita tomó la mano de Ahyeon, apretándola con fuerza una última vez antes de soltarla.
Chiquita: (Suplicante) "No me estás perdiendo. Siempre estaré aquí para ti, pero no como tu pareja. No estamos bien juntas ahora, y si seguimos, vamos a hacernos más daño."
Las palabras de Chiquita se sintieron como dagas en el corazón de Ahyeon. Se quedó en silencio, las lágrimas rodando por su rostro, sin encontrar la forma de protestar. Porque en el fondo, sabía que Chiquita tenía razón. Lo que habían compartido era hermoso, pero el peso de sus problemas estaba acabando con ellas.
Ahyeon: (Con un hilo de voz) "¿Esto es todo, entonces?"
Chiquita asintió, sus propias lágrimas cayendo mientras se levantaba del banco. Ahyeon la observó irse, incapaz de moverse, sintiéndose vacía por dentro. Todo lo que había significado tanto para ella se estaba desmoronando frente a sus ojos.
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Esa misma noche, el ambiente en la academia era extraño. Ninguna de las chicas mencionó el tema, pero todas sabían lo que había sucedido. El silencio entre Chiquita y Ahyeon era evidente, y aunque intentaron actuar con normalidad, nadie se atrevía a romper esa barrera de dolor que ahora existía entre ellas.
Pharita: (En voz baja a Ruka) "¿Crees que podrán superarlo?"
Ruka: (Preocupada) "No lo sé. Solo espero que esto no afecte al grupo… Las dos están sufriendo."
Rami: (Interviniendo) "Lo importante ahora es que sigamos unidas como grupo. Tenemos que apoyarlas, pero también tenemos que mantenernos fuertes."
Asa, que había estado observando desde un rincón, asintió. Sabía que sería difícil, pero también entendía que la única forma de superar este drama era estando juntas.
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Ecos del Destino
RomanceEn la prestigiosa Academia Musical Horizon, Chiquita y Ahyeon, dos jóvenes estrellas de Babymonster, se enfrentan al desafío más grande de sus vidas. Mientras preparan una competición crucial, sus vidas se entrelazan de formas inesperadas. Chiquita...