Capítulo 4: Eevee

78 8 3
                                    

- ¡Eevee, ¿Dónde estás?!

En ese momento, estaba caminando por el bosque, buscando a una extraviada Eevee.

Eevee de repente nos dejó donde estábamos acampando y corrió hacia el bosque.

Flashback

- ¡Espera, Eevee! - Dije al ver cómo mi Pokémon salía corriendo sin razón aparente

- ¿Qué pasa, Koharu? - Era Ash y al parecer tenía una expresión preocupada en su rostro.

- Eevee de repente... - Dije apunto de llorar, ya que no quería que nada malo le pasará a Eevee.

- ¡Goh, ayudemos nosotros también! - Dijo llamando la atención Goh, quien solo ascendió con la cabeza.

Fin del Flashback

Perseguimos intensamente a Eevee, pero rápidamente se perdió entre las sombras del bosque.

- ¡Hay que separarnos!, pero tengan mucho cuidado, esta área parece ser territorio de Ursarings salvajes. - Dijo Goh con una expresión nerviosa en su rostro

Así que dicho y hecho, nos separamos para encontrar a Eevee lo más rápido posible.

Me adentré a lo más profundo de el bosque para encontrar a Eevee lo antes posible. Me preocupé mucho cuando empecé a escuchar un pequeño llanto, así que apresuré el paso y busque a Eevee de una forma más desesperada.

Y como si mis pensamientos estuvieran funcionando, pude encontrar a Eevee con sorprendente facilidad.

- ¡Eevee! ¡No vuelvas a hacer eso!... Casi me matas del sus... ¿Eh?

Noté a un pequeño Teddiursa parado al lado de Eevee.
El pequeño oso pardo debió quedar atrapado en la rama de un árbol, porque tenía un corte en el brazo.

- Ya veo... - Dije comprendiendo la situación.

Estoy profundamente conmovida por la amabilidad de Eevee, quien debió haberse apresurado al escuchar el llanto de Teddiursa.

- Espera un momento, tengo algo que puede ayudar -Le dije al pequeño Pokémon.

Dejé mi mochila, saqué medicinas y vendas y me senté frente al herido Pokémon.
Quizás Eevee le explicó esto a Teddiursa, quien obedientemente me tendió su brazo herido.

Unos minutos después...

- ¡Teddi! ¡Teddi!

- ¡Eevui!

El Teddiursa, que tenía un vendaje alrededor de su brazo, saltaba felizmente con Eevee, como si el dolor hubiera disminuido.

- Oh, bueno... Parece que se ha curado de alguna manera...

Mientras me limpiaba el sudor de la frente, suspiré aliviada por haber terminado con éxito el tratamiento de Teddiursa.

- Vámonos a casa Eevee, Gou y Satoshi deben están preocupados... ¡Ah! ¡Olvidé por completo llamarlos! -Dije preocupada ya que muy seguramente ellos seguían buscando a Eevee. - Necesito llamarlos ahora mismo

Me levanté apresuradamente, saqué mi SmartRotom y comencé a marcar el número de Goh.

- ¡Eevui! Ee... vui...

De repente, Eevee comenzó a llorar con voz asustada.

- ¡¿Qué pasa, Eevee?! - Dije preocupada mientras apartaba la mirada del SmartRotom y dirigía mi mirada hacia el lugar de la causa del llanto de Eevee. -Ah...

En ese momento, todo mi cuerpo envió una señal de advertencia y dejé caer mi teléfono inteligente al suelo. Era un Ursaring que medía más del doble de mi altura, este me miraba con unos ojos llenos de ira.

- Eevee... Ven aquí...

- Vui...

Cargué a Eevee, quien no podía moverse, y miré a Ursaring mientras reprimía desesperadamente mi miedo.

Los ojos de Ursaring brillaban de color rojo, probablemente debido a la ira, mientras lentamente se acercaba a Eevee y a mí.

Tal vez este Ursaring es la madre del Teddiursa que tratamos antes, y pudo haber pensado erróneamente que fuimos nosotras quienes lo lastimamos...

Parecía como si estuviera fuera de sí por la ira de lastimar a su hijo.
Por primera vez en mi vida me di cuenta tontamente de lo aterradores que son los Pokémon salvajes.

Me temblaron las rodillas y sentí que estaba a punto de caer rendida al suelo, el poder de un Pokémon salvaje que no había sido domesticado por un entrenador era totalmente aterrador para mí.

Sentía como Eevee también estaba temblando.
Sin embargo, Ursaring, sin darse cuenta de nuestro miedo, se acercó aún más y su brazo derecho comenzó a brillar.

No sabía qué tipo de técnica era, pero instintivamente sentí que el poder de ese golpe podría quitarnos la vida tan fácilmente como si fuera la rama de un árbol.

- Eevee... Huye...

- Vui...

Le ruego a Eevee mientras todo mi cuerpo empezaba a temblar.
Pero Eevee parecía estar congelada en su lugar, como si mi miedo se hubiera extendido a ella.

- Eevee... Por favor...

Le transmití las palabras a Eevee con lágrimas que fluían sin que yo me diera cuenta.
Sin embargo, Eevee seguía sin moverse.

Mientras lo hacía, Ursaring dejó de moverse justo frente a nosotros y levantó su brazo derecho.

- Ah... No se puede evitar... No creo que haya salvación para mí... Pero...

Inmediatamente le di la espalda a Ursaring mientras abrazaba a Eevee, al menos quería que ella se salvará...

Después de eso, se escuchó un sonido sordo, como el de carne siendo golpeada por un martillo.

¡Koharu!

Mi decisión • [SatoKoha]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora