Teeth | Banginho

teeth | 12

Afortunadamente, papá trabajó hasta tarde hoy, así que después de terminar las clases, me reuní con Chan cerca de la entrada de la escuela.

—Felix estuvo ausente hoy—, le dije.

—Sí—, Chan se rascó la nuca. —Se sentía un poco mal.

Asentí, intentando con todas mis fuerzas ocultar lo eufórico que me sentía.

Llegamos a mi casa e inmediatamente saqué algunos bocadillos. Nunca me gustaron realmente porque nunca me animaron a comerlos y dijeron que arruinarían mis dientes.

Afortunadamente, a Chan pareció gustarle y le pregunté si deberíamos ver una película, a lo que también accedió.

Nos quedamos en la sala de estar, porque no quería que él viera mi habitación todavía, especialmente cuando había cosas allí que podrían asustarlo.

A medida que avanzaba la película (una especie de thriller romántico), nuestros hombros comenzaron a tocarse. Observé su perfecto perfil, deseando poder echar un vistazo a sus deliciosos dientes.

Pero entonces, Chan hizo algo que no hubiera esperado en absoluto. Miró hacia otro lado, escondiendo su rostro de mí, y sus ojos se veían particularmente húmedos.

Le pregunté si estaba bien y él sólo asintió.

—Sí, pero... —me miró durante unos largos segundos, antes de aclararse la garganta y mirar hacia otro lado—. ¿Puedo decirte algo un poco personal?

Asentí.

Chan suspiró. —Puede que hayas sentido que algo estaba pasando entre Felix y yo, ¿Verdad?

Parpadeé y mis ojos se alejaron rápidamente de sus dientes. —... Cierto.

—Me gusta, pero no hace todo ese rollo de 'citas'. Solo podemos hacer eso de amigos con beneficios—, tosió. —Lo siento si te sentí incómodo".

Negué con la cabeza aunque me sentía aliviado y enojado. Mis propios sentimientos me confundían. —Está bien. Mira, siempre puedes hablar conmigo sobre lo que sea, ¿De acuerdo?

Chan me miró a los ojos y sonreí, desenrollando mi dedo meñique.

Él me devolvió la sonrisa, uniendo su meñique con el mío. —... Claro, está bien.

Ya estaba bastante cerca y pronto lo tendría a mi alcance.

– Lee Minho, 16 años.