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Llamé a Felix el sábado y le pregunté si quería reunirse.

No fue por lo que pensabas, sino por el hecho de que apenas pude dormir lo suficiente por tu culpa.

Solo me dejarías en paz cuando te consiguiera dientes nuevos.

Y como todavía no tenía ganas de renunciar a Chan, decidí sacar la siguiente mejor opción.

Pero Felix me dijo que alguien cercano a él había muerto y que hoy asistiría a su servicio conmemorativo. No podría asistir.

Le dije que estaba bien y luego miré mi cuaderno de bocetos.

Estaba abierto a una sola página dedicada a Félix y lo mejor de su dentadura.

Había intentado imaginar cómo se vería sin ellos, y había pasado horas dibujando sus caninos y molares sin sus encías, ya que eran los que más se parecían a lo que uno querría.

Pero en algún lugar en el rincón más lejano de mi mente, podía oírte susurrar otro nombre que no era Lee Felix.

Aunque intenté ignorarlo.

Lee Minho, 17 años.

Teeth | BanginhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora