D15・ Cambios

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Suguru cumplió los 18 años y con ellos, el momento de realizarse los exámenes de segundo género llegó.

Satoru, quien era unos meses mayor, se había negado a realizarse la prueba hasta que Suguru también se la hiciera, por ello también aguardaba ansioso sus resultados.
Ambas familias esperaban que sus hijos fuesen alfas, después de todo ellos heredarian el mando de sus clanes y necesitaban ser fuertes para ello. Sin embargo, secretamente, ambas deseaban una unión para procrear a un heredero fuerte, por ello esperaban que el hijo de la familia contraria saliera omega, pues dicho carácter aseguraria el linaje de ambos.

Los resultados llegaron, y ambas familias estaban conformes con las castas de sus herederos, pero claro, que ambos fueran alfas no agradó a ninguna de las familias por ello pronto, y de forma secreta, comenzaron los planes para unir a sus hijos con omegas que sirvieran a su propósito y su unión tendría que esperar a la siguiente generación, despues de todo los jóvenes tendrían a la descendencia que por fin concluiría la unión que esas dos almas no pudieron concretar.

"El joven Geto nunca podría abrazar a otro alfa, es momento de que fije su vista en alguien más"

"Crees que el joven Gojo sería capaz de doblegarse a otro alfa? Por supuesto que no"

"En un futuro sus hijos cumplirán con la unión de ambos clanes, mientras tanto bastará con que sigamos manteniendo una relación amistosa"

¿Eso era verdad? ¿Solo por ser alfas dejarían de amarse ? ¿Tan aberrante era la unión entre dos Alfas?

Ninguno de los dos creia en esas palabras que sus familias se enpeñaban en grabar en sus mentes.

"El no se doblegara, y por supuesto que tu tampoco, sería una deshonra, eres el lider de nuestro clan, actúa como tal"

Pero ninguno de los dos quería, la preocupación, las dudas, miedo e incertidumbre eran fuertes, sin embargo, su amor por el otro lo era aún más.

¿Qué importaba si se tenían que doblegar? Mientras pudiesen estar juntos a ninguno le importaba cargar con los cachorros del otro, después de todo, su condición de Alfa no los hacía tan fértiles como un omega, pero tampoco es como que no pudieran no ser tomados por otro alfa.

Desde la entrega de resultados, ninguno había podido hablar con el otro, sus familias se habían encargado de ello, esto solo generaba en ambos el miedo, no por lo que pensara el otro, ya que sabían desde hace tiempo que su amor era mutuo y que un detalle tan insignificante como su segundo género no afectaría sus sentimientos, sino por las acciones que tomarian sus familias.

...

Unas semanas pasaron y con la primavera llego el momento de presentar a los omegas a la sociedad. Todos los alfas jóvenes y sus respectivas familias asistían a dicho evento, para asegurar la unión con un omega adecuado.

Ambos clanes se encontraban en la fiesta, pero mantenían una distancia prudente, sin embargo, cuando el primer baile dio inicio sus jóvenes alfas desaparecieron, en un principio creyeron que irían en busca de un omega, pero tarde se dieron cuenta que ninguno de los dos se hallaba en el gran salón y pronto todo el salón se encontraba murmurando sobre la posible ubicación de los alfas más cotizados de la región. Mientras las cosas dentro se ponían tensas, Satoru y Suguru cabalgaban lejos de toda esa conmoción riendo como niños pequeños por las reacciones de sus familias.

Luego de cabalgar por un tiempo, se detuvieron en un pequeño paraje. La luna estaba en su punto más alto y las estrellas brillaban solo para ellos dos. Ambos se sentaron bajo un arbol, observando desde ahí las estrellas y las luces de la ciudad que habían dejado atrás.

Flufftober ・SatoSugu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora