Como me gusta abrir wattpad y ver que tengo notificaciones, ya sea por nuevas personas dando estrellita a los capítulos o comentando, gracias (*/ω\*)
Habían pasado tres meses desde la noticia del embarazo de la reina, y la atmósfera en el castillo había cambiado visiblemente. Aegon, que una vez había sido una figura central y llena de vida, ahora se encontraba sumido en una oscuridad que parecía no tener fin. Aunque seguía cumpliendo con sus responsabilidades, especialmente con los entrenamientos de los menores, su comportamiento había cambiado drásticamente.
Las noches en el castillo eran inquietantes. Aegon pasaba la mayoría de las noches encerrado en su habitación, bebiendo en soledad. Los rumores de su creciente dependencia del alcohol comenzaron a esparcirse entre los sirvientes y los miembros de la corte. A pesar de sus esfuerzos por mantener una fachada de normalidad, aquellos cercanos a él notaron que algo estaba terriblemente mal.
Los menores, aunque aún le respetaban, empezaron a notar el cambio. Las risas y las bromas en las sesiones de entrenamiento se veían interrumpidas por la inquietud. Jacaerys, Lucerys, Helaena y Aemond intercambiaban miradas preocupadas, notando que Aegon no estaba del todo presente. La sonrisa del mayor había desaparecido, y en su lugar había un aire de tristeza y preocupación que era difícil de ignorar.
Aegon, por su parte, se encontraba atrapado en un torbellino de pensamientos. Cada noche, mientras el "vino" nublaba su mente, reflexionaba sobre la situación y lo que le esperaba. Había llegado a la misma conclusión una y otra vez: debía regresar a su lugar de origen y quedarse allí. Era una decisión que parecía tanto un escape como una solución, una forma de encontrar un propósito o al menos un respiro de la presión constante que sentía.
Una noche particularmente sombría, mientras el vino le daba una falsa sensación de calma, Aegon se sentó en el borde de su cama, mirando el reflejo de su rostro en el espejo. La expresión en sus ojos revelaba una mezcla de desesperación y determinación.
—No puedo seguir así —murmuró para sí mismo—. Necesito volver. No solo para mí, sino para todos nosotros.
La decisión estaba tomada. Sabía que debía enfrentar la verdad de sus emociones y buscar un lugar donde pudiera encontrar un equilibrio, aunque eso significara alejarse del castillo y de los que amaba. Aegon comprendía que su regreso no sería sencillo, pero la necesidad de encontrar un propósito y una estabilidad era más fuerte que el miedo al cambio.
El día siguiente, mientras el sol comenzaba a asomarse sobre el horizonte, Aegon se preparó para lo que sería su partida. Llamó a Ser Arryk y a Dyana, quienes habían sido sus constantes compañeros durante estos meses difíciles.
—Voy a regresar —anunció Aegon con una resolución que reflejaba tanto su cansancio como su determinación—. Quiero que me acompañen.
Ser Arryk, aunque preocupado, asintió con comprensión. Dyana, con su habitual lealtad, también aceptó la decisión, entendiendo la necesidad de su príncipe.
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Cuando Aegon entró en la sala donde se encontraba su familia, el ambiente cambió instantáneamente. Todos se pusieron de pie, sorprendidos por su repentina aparición después de semanas de reclusión. Rhaenyra, con una mezcla de alivio y alegría, se adelantó para recibirlo.
—¡Hermano, me alegra verte! —dijo Rhaenyra, su rostro iluminado por una sonrisa genuina—. Ven, únete a nosotros.
Los menores, también visiblemente contentos, le recibieron con sonrisas cálidas y miradas esperanzadas. Sin embargo, Daemon y sus hijas, Baela y Rhaena, lo observaron con una mezcla de duda y reserva. La decisión de Aegon de aparecer de repente sin previo aviso parecía desconcertante.

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Segunda vida. JACEGON
FanficAgonizando se encontraba el actual rey Aegon II Targaryen, envenenado por su propia gente, lo mas curioso que en su agonía no tenia deseos de vivir, a estas alturas para que pensaba el joven rey, no tenía a nadie, sus hermanos, sus hijos, su madre...