Capítulo 5: Excursión

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Advertencias: A partir de este punto se vienen curvas, gente.

Hasta el momento el tono de la historia ha sido bastante desenfadado y tranquilo, pero aquí las cosas se complican, si no estás en un buen día o si tu historial médico es complicado, por favor, deteneros aquí, habrá días mejores.

Quizás esto parezca mucha parafernalia para algo tanto tonto, pero wattpad no me permite poner las etiquetas correspondientes como si lo permite ao3 así que... Yo ahí lo dejo.

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Esos 20 días antes del viaje se le habían hecho eternos y Vox estaba que se subía por las paredes; había tenido que sacarse el pasaporte correspondiente, renovar el seguro, encargar el cuidado de Vark a un conocido, planificar su maleta y mochila de mano... Pero lo había conseguido, ya estaban en las puertas del aeropuerto, los alumnos bajaban del bus y estaban realizando recuento.

- 1, 3, 9, 18, 24, 36... ¡52! ¡Estamos todos!

Carmilla dio el aviso y poco a poco fueron entrando al aeropuerto y pasando por los controles de seguridad, que superaron con éxito menos por un par de sustos y controles aleatorios. Más pronto que tarde ya estaban en sus asientos designados.

Alastor y él se sentaban juntos.

Durante un vuelo de más de 5 horas.

Vox no había pensado esto bien.

Al menos su situación era mejor que la de las otras dos profesoras, que estaban en medio de un duelo de a ver quien podía molestar más a la otra e invadir más el espacio de su asiento. Aunque su nuevo compañero de vuelo temblaba en su lugar ante el más mínimo movimiento que realizaba el avión, tanto al despegar como en medio del vuelo, viéndose como un cervatillo aterrorizado de las alturas. Por suerte para él, los largos vuelos a su país de origen para visitar a su familia habían acostumbrado a Vox a todo tipo de turbulencias; el avión podía hundirse en medio del Pacífico y su siesta no se vería interrumpida. Lo que sí la interrumpió fue sentir la mano del moreno aferrarse a su brazo durante las turbulencias, aunque eso solo lo sabe él.

Cuando llegaron a su destino ya estaba anocheciendo, así que no le quedó de otra que dejar las cosas en el hotel y tomarse un tiempo libre para cenar en los alrededores antes de irse a dormir. El no pensaba siquiera en probar los platos típicos de aquel país, así que mejor se fue a por algo de comida rápida con Velvette. Así podría despejarse, retomar el rumbo de su vida y olvidarse por un rato de...

- Entonces... ¿Quieres follartelo?

Demonios.

- Maldito Valentino...

- Seh... Él me dijo que le estuviste contando una historia ñoña propia de un niño de kindergarden.

- 1. No es ñoña, 2. No es una historia, 3. ¿Te has pedido una ensalada en un sitio de comida rápida?...

Señaló acusadoramente la bandeja de la chica, que contenía una pequeña ensalada césar y unas patatas fritas, mientras que la del hombre contenía una hamburguesa doble que chorreaba grasa por todos sitios, justo como Vox creía que debía ser.

- Claro, es más sano que eso... -miró con disgusto como Vox mordía un buen bocado de su comida, dejando caer parte del interior de la hamburguesa en la bandeja. Vox se calló, si iba a tener esta conversación al menos se consolaria pensando en la gran cantidad de grasas y azúcares ocultos que debía contener esa ensalada- Bueno, lo que sea. ¿ Él y tu habéis...?

- Dios, no. A duras penas nos conocemos, a veces tomamos un café juntos en la sala de descanso, nos topamos por los pasillos, solemos hablar una vez al día como mínimo...

Bajo la Misma Pizarra (Radiostatic/Staticradio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora