Capítulo 7: Instantes

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Hacía tres días que no se presentaba al trabajo, justo en la semana antes de los exámenes finales. Si no lo despedían después de esto, volvería a creer en Dios...

La naturaleza cobarde de Vox no había cambiado, ni siquiera tras aquella "confesión" en la habitación del hotel.

Bueno, ni siquiera había sido una confesión. Vox aún se preguntaba cómo es que la dirección no lo había llamado por comportamiento inapropiado, otra vez.

En esos momentos, estaba frente a su amado ordenador, su lugar seguro. Escribía distraídamente varios correos a los padres enfadados por las notas de sus hijos. ¿Faltaba una semana para el examen de selectividad y era ahora cuando se preocupaban?

Dejó escapar otro suspiro. Había dejado de contar después del número diez en la última media hora. Al igual que había perdido la cuenta de las bebidas energéticas que estaba tomando para mantenerse despierto durante esas horas de la madrugada. Y de repente, un sonido proveniente de su teléfono llamó su atención.

Era un mensaje.

Su mensaje.

《¿Alguna vez has pensado en cómo debe ser estar muerto?》

Los dedos le temblaban al pulsar las letras en aquella pequeña pantalla. Podía verse como uno de aquellos caballeros ingleses, escribiendo una carta de amor con su propio puño y letra. Solo que no era una carta de amor, y no estaba escribiendo a mano, pero la intención es lo que cuenta.

《¿No puedes dormir?》

Bravo. Sin duda, Vox era un hombre hábil con las palabras.

《No es eso》

《Quería escuchar una perspectiva externa diferente, porque a la gente usualmente no le gusta imaginarse a sí misma fría y tiesa en un ataúd》


《Mierda, ahora yo también tengo ese pensamiento en la cabeza, qué mal rollo...》


《Supongo que ahora eres tú el que no podrá dormir...》

Observó el mensaje en su teléfono durante unos instantes, dudando en qué responder. Obviamente no iba a contarle que no había vuelto a dormir desde el viaje. No iba a decirle que no podía parar de pensar en su conversación, de alucinar con el olor del perfume del otro en sus propias sábanas, como si aún estuvieran en la cama del hotel. No iba a decirle que se arrepentía de no haberlo besado.

Que se arrepentía de no poder cambiar de cuerpos.

《Entonces que no te entierren en un ataúd》


《No sé si eso soluciona mucho, querido》


《Así no necesitas portadores de féretro; puedo llevarte yo en brazos》

Vox vio cómo, de un momento a otro, el "Escribiendo..." desapareció de la pantalla, y lo tomó como una invitación para continuar.

《Como cuando un novio saca a la novia de la iglesia en brazos》

《Te llevo donde esté excavada la tumba y nos hago un hueco para los dos. Creo que, si te tumbo sobre mi pecho, podríamos entrar perfectamente》

El corazón se le salía por la boca a cada segundo que pasaba desde que Alastor había retomado la escritura.

《¿Es todo un entramado para no tener que pagar tu propia parcela en el cementerio?》

Bajo la Misma Pizarra (Radiostatic/Staticradio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora