Era una hermosa mañana de verano, y el hogar de Minho y Jisung estaba lleno de una alegre energía. Hoy, sus hijas gemelas, Yeri y Hanni, cumplían cinco años, y toda la casa vibraba con la emoción del día especial. Las risas de las niñas resonaban por los pasillos mientras corrían de un lado a otro, esperando la llegada de sus "tíos", quienes eran nada menos que los mejores amigos de sus padres.
La casa estaba bellamente decorada con globos, serpentinas, y una enorme pancarta que decía "¡Feliz Cumpleaños Yeri y Hanni!" en colores brillantes. El jardín trasero estaba preparado para una gran fiesta, con una mesa repleta de golosinas, jugos, y el pastel de cumpleaños en el centro, una obra maestra con temática de princesas y dragones que Jisung había ayudado a decorar personalmente la noche anterior.
Minho estaba en la cocina, poniendo los toques finales en algunos aperitivos, mientras Jisung estaba en la sala de estar, ayudando a las niñas a vestirse para la fiesta. Las gemelas, una Alfa llamada Yeri y una Omega llamada Hanni, eran el centro del universo para sus padres. Aunque eran diferentes en algunos aspectos, compartían una conexión especial, y tanto Minho como Jisung se sentían increíblemente afortunados de tenerlas en sus vidas.
-Papá, ¿cuándo van a llegar el tío Felix y el tío Hyunjin?- preguntó Hanni, con los ojos grandes y llenos de expectación mientras se ajustaba su pequeño vestido azul.
-Ya deben estar en camino, cariño- respondió Jisung, dándole un suave beso en la frente. -No pueden esperar para verte y darte tus regalos-
-¡Espero que el tío Changbin me haya traído algo grande!- gritó Yeri desde la otra habitación, donde Minho la ayudaba a ponerse su vestido rojo. -Él siempre nos trae los mejores regalos-
Minho rió entre dientes mientras le arreglaba el lazo del vestido.
-Bueno, ya lo verás. Pero recuerda, lo más importante no son los regalos, sino que te diviertas y pases un buen rato con todos-
Yeri hizo una mueca juguetona, pero asintió.
-Lo sé, papá, lo sé. ¡Pero los regalos también son importantes!-
-Eso no te lo voy a negar- dijo Minho, sonriendo mientras le daba una palmadita en la cabeza. -Ahora, ve a lavarte las manos antes de que lleguen-
Jisung observó la interacción desde la puerta de la habitación y sonrió. A pesar de los años que habían pasado desde que se conocieron, el amor entre Minho y él solo había crecido, y ver a su esposo ser tan buen padre con sus hijas siempre le llenaba de calidez.
-¿Qué pasa, Sungie?- preguntó Minho, notando la mirada cariñosa de su Omega. -¿Por qué esa sonrisa?-
Jisung se acercó, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de Minho y apoyando la cabeza en su pecho.
-Solo pensaba en lo afortunado que soy. Ver cómo cuidas de Yeri y Hanni... eres increíble-
Minho sonrió, inclinándose para besar la frente de Jisung.
-No más que tú, amor. Eres el mejor papá que podrían tener-
-Y eres el más consentidor- dijo Jisung en broma, recordando la cantidad de juguetes que Minho les compraba a las niñas cada vez que salían.
Antes de que pudieran seguir en su pequeña burbuja, el timbre sonó, anunciando la llegada de los primeros invitados. Las gemelas corrieron hacia la puerta, gritando emocionadas, y cuando Jisung la abrió, se encontraron con Felix y Hyunjin, cargados con bolsas de regalos.
-¡Tíos!- gritaron al unísono las gemelas, saltando hacia ellos.
Felix, con su sonrisa cálida y sus brazos llenos de paquetes, se agachó para abrazar a las niñas.
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✧༺ 𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐋𝐚𝐬 𝐑𝐢𝐬𝐚𝐬༻✧
RomancePara Minho, las bromas son solo un juego, una manera de reafirmar su estatus social entre sus amigos. Pero, mientras él ríe, Jisung lucha con las heridas invisibles que cada comentario le deja. Sin embargo, bajo las risas y el desprecio, algo más pr...