Era una mañana soleada en la escuela, y el bullicio típico llenaba los pasillos. Jisung, un Omega de cabello castaño y un poco más rellenito que otros Omegas, caminaba con la cabeza baja, intentando no llamar la atención. Sabía que, aunque intentara pasar desapercibido, no podía evitar las miradas de sus compañeros ni los susurros que siempre parecían seguirle.
Entre los Alfas más populares estaba Minho, conocido por su talento en los deportes y su apariencia fría pero atractiva. Siempre rodeado de amigos, Minho era el tipo de persona que, con una sonrisa, podía hacer que cualquiera se sintiera inferior. Y últimamente, había encontrado en Jisung a su blanco preferido.
-Eh, Jisung, ¿tienes hambre?- preguntó Minho en tono burlón cuando el Omega pasó frente a él y su grupo en la cafetería. Sus amigos soltaron risas ahogadas, mientras Minho lo miraba de arriba abajo, con una ceja levantada -Porque con ese cuerpo, parece que nunca dejas de comer-
Jisung apretó los dientes, sintiendo el calor subir a su rostro. No respondió, como siempre, sabiendo que cualquier palabra solo empeoraría las cosas. Trató de ignorarlos, pero las risas de Minho y su grupo resonaban en sus oídos mientras avanzaba hacia una mesa vacía.
Sentado, Jisung intentó concentrarse en su comida, aunque el apetito ya lo había abandonado. Sabía que no importaba lo que hiciera, siempre sería objeto de burla para Alfas como Minho. Y lo peor de todo es que, a pesar de ser cruel, Minho lo hacía con una facilidad que lo hacía aún más humillante. Cada comentario se sentía como un recordatorio de que nunca sería suficiente a los ojos de los demás.
-¿Seguro que necesitas esa hamburguesa?- volvió a decir Minho, esta vez más alto, para que todos en la cafetería pudieran escucharlo -Podrías saltarte una comida, ¿no?-
Las carcajadas de sus amigos estallaron, y Jisung sintió los ojos de varios estudiantes clavados en él. Su garganta se cerró, y aunque quería gritarles o salir corriendo, sabía que eso solo les daría más motivos para burlarse.
Minho se apoyó en la mesa de sus amigos, con una sonrisa arrogante en el rostro. Para él, molestar a Jisung se había vuelto una rutina, una manera de divertir a sus amigos y reafirmar su posición en la escuela. Nunca había pensado en el impacto real de sus palabras, ni en cómo se sentía Jisung al ser el blanco constante de sus bromas.
-¿Qué pasa, Jisung?- insistió Minho -¿Te quedaste sin palabras?-
Jisung levantó la vista por un segundo, sus ojos brillantes por la rabia y la humillación contenidas, pero volvió a bajar la mirada rápidamente. Sabía que enfrentarse a Minho solo haría las cosas más difíciles para él. En cambio, optó por quedarse en silencio, esperando que los comentarios y las risas cesaran.
Sin embargo, Minho estaba disfrutando demasiado del momento. Uno de sus amigos, Changbin, le dio una palmada en el hombro, riendo.
-Vamos, Minho, déjalo ya- dijo Changbin, aunque claramente disfrutaba del espectáculo tanto como los demás.
-¿Qué? Solo estoy diciendo lo obvio- respondió Minho con una sonrisa satisfecha -es todo en plan de broma, ¿verdad, Omega?-
Jisung no contestó. La verdad era que no veía ninguna broma en las palabras de Minho, pero tampoco tenía fuerzas para enfrentarlo. Se limitó a recoger su bandeja y se levantó para salir de la cafetería, con las risas de los Alfas resonando a su espalda.
Cuando salió del edificio, el aire fresco le ayudó a calmarse un poco. Se apoyó en una pared cercana y respiró hondo, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir. Estaba cansado de todo: de las burlas, de las miradas, de sentirse invisible o, peor aún, como si no valiera nada.
Mientras tanto, dentro de la cafetería, Minho y sus amigos seguían riendo, ajenos al daño que causaban. Para ellos, todo era parte de la dinámica social: los Alfas dominaban, y los Omegas como Jisung solo estaban allí para ser objeto de bromas. Minho, especialmente, disfrutaba de esa sensación de control, de ser el centro de atención y de que los demás lo admiraran, aunque fuera a costa de alguien más.
Lo que ninguno de ellos sabía era que, aunque Jisung no respondía, cada broma se sentía como una herida más profunda, una que estaba dejando cicatrices invisibles. Y aunque Minho no lo admitiera en ese momento, esas cicatrices algún día lo perseguirían. Pero por ahora, para él, todo seguía siendo un juego.
Un juego cruel, del que Jisung no podía escapar.
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🍯💫🥞.
Holiii, como estan? Espero que bien, la verdad hice esta historia sin una idea en mente asiq no tiene mucha coherencia :( aun asi intentare dar lo mejor de mi para q quede bien ٩( ᐛ )و
Amigos de Minho; Seo Changbin, Hwang Hyunjin, Park Jimin, Bangchan, Choi Yeonjun, Cha Eunwoo (adivinen qn es el unico q no tiene la cabeza torcida >•<)
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✧༺ 𝐁𝐚𝐣𝐨 𝐋𝐚𝐬 𝐑𝐢𝐬𝐚𝐬༻✧
RomancePara Minho, las bromas son solo un juego, una manera de reafirmar su estatus social entre sus amigos. Pero, mientras él ríe, Jisung lucha con las heridas invisibles que cada comentario le deja. Sin embargo, bajo las risas y el desprecio, algo más pr...