Acto dos

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Roger se acerco y abrazo a Freddie mientras lloraba suavemente al verlo después de tantos años

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Roger se acerco y abrazo a Freddie mientras lloraba suavemente al verlo después de tantos años.

Freddie limpiaba sus lágrimas mientras Roger solo lloraba y sollozaba diciendo muchas cosas y disculpas

John también lo abrazaba, mientras que Brian lo miraba fijamente.

Roger era hermoso hasta cuándo lloraba.

Minutos después, todos estaban sentados en la misma mesa, Brian se dirigió a Roger.

—Fue un buen show, Rog. Lo hiciste increíble, la verdad si tienes futuro.

El rubio sonrió sonrojándose.

—Gracias, Bri...

Brian sonrió levemente mirándolo, bajo su mirada jugando con sus manos escuchando a Freddie hablar.

—No puede ser que estemos todos completos como hace tantos años, me siento tan feliz y contento, las parejas con las parejas. —Dijo sin pensar llamando la atención de Ritchie.

—¿Parejas con parejas? —Pregunto confundido.

—¿No te contó, Bri? —Dijo Freddie obvio.

—¿Contarme que? —Dijo Ritchie mirando fijamente a Brian, el cual respiro hondo nervioso.

Freddie quiso que lo tragara la tierra, miro a Roger con pánico mientras esté lo mataba con la mirada.

...

—¡Así que no eran buenos amigos de la infancia, si no ex's! —Le grito Ritchie a Brian mientras quitaba su chaqueta y la tiraba al sofá, con enojo.

—La verdad, no entiendo porque te enojas, eso fue hace años.

—¿¡Crees que soy estúpido!? ¡Por Dios combinan dijes! —Chillo.

—Bueno, Ritchie. Ese no es tu problema, Roger fue mi primer novio, mi relación con el no fue fácil desde el día uno hasta el último y Roger es la persona que más me conoce en este mundo. Le tengo mucho cariño, no sé porqué te enojas.

Ritchie río divertido.

—¡Claro, claro! ¡Te conoce más que yo ahora!

Brian suspiro tratando de no gritar como Ritchie lo hacía, lo consideraba una falta de respeto.

—Bueno, haz lo que quieras.

Brian no quería discutir, estaba cansado, había sido un día cansado, camino a la habitación de invitados y se quedó allí durmiendo.

...

Escuchó un portazo en la puerta principal y abrió los ojos con cansancio, respiró hondo y salió de la habitación.

Camino descalzo hasta la cocina, dónde tomo un poco de Té.

El teléfono sonó y fue a contestar.

—¿Brian?

—Roger, Hola... ¿Que tal?

—Bien, estoy preocupado por ti... ¿Freddie te creo problemas?

—Algunos... Ya pasaron, creo...

—Ese creo no me convence, no quiero crear problemas entre ustedes, son una pareja feliz, no quiero que piense que soy el otro.

Brian miraba fijamente un punto de la mesa y hablo, mientras Roger aún hablaba.

—La verdad es que yo no quiero crear alguna confusión entre nosotros, Brian.

Brian se puso alerta.

—¿Confusión?

—Si, me refiero al beso que nos dimos el otro día en el parque, eso no tuvo que pasar.

—O sea te arrepientes.

—Si, ¿Tu no?

—No. Eres increíble, Roger. De verdad que lo eres, y un idiota también. —Expreso May con desilusión y colgó la llamada.

...

Roger boquiabierto, miro el teléfono en su mano, respiró hondo y también lo colgó, miro unos segundos el dispositivo conectado en la mesa, volvió a descolgarlo y llamo a la única persona que podría ayudarlo en ese momento.

Freddie.

...

—¿¡Eres o te haces!? ¡Dios mío, te voy a arrancar esos mechones rubios!

—¿¡Que hago, Freddie!? ¡No lo entiendo!

—¿No lo notas? Todo el mundo hasta el jodido Ritchie lo hace, Brian aún no te supera, y claramente aún está enamorado de ti, Roger.

Roger se sonrojó demasiado, hasta sus pequeñas orejas.

—Es que...

—¡Es que nada! ¡Tienes que arreglarlo todo! Vas a ir a la casa de Brian y apenas te abra la puerta lo besas, lo llevas a la habitación, se cogen cómo dos malditos maniáticos y regresan.

Roger negó.

—No puedo, Freddie.

Freddie se desesperó, dió un leve salto y gruño con enojo.

—¿¡Por qué!?

—¡Por qué yo no merezco a Brian! Tal vez ya no consumo drogas ni alcohol como lo hacía antes, y tal vez estoy muy bien ahora, pero tengo miedo de que Brian ya no me quiera por eso o lo deje de hacer. Y está con Ritchie... No quiero ser el tapete de Brian.

—Querido, el tapete siempre ha sido Ritchie.

...

Una semana había pasado, una semana de no saber nada de Brian, de estar trabajando y sin comunicarse con nadie.

El rubio se encontraba estresado, rasco su sien con cansancio y fumo suavemente del cigarro.

—Pense que serías valiente para irme a buscar... Al parecer todo lo tengo que hacer yo. Justo como hace años...

Roger se dió la vuelta rápidamente, Brian estaba ahí, parado.

—Bri...

—Rog... Solo necesito que me digas que ya no me amas para poder librarme de todo lo que siento por dentro, solo dime qué ya no me deseas, que ya no me amas, que no me quieres en tu vida... Necesito quitarme todo esto de encima, Roger. —Suplico un Brian dolido.

Roger lo miro fijamente, no podía decirle tal atrocidad que no era cierta.

—Por favor, Roggie...

Roger se heló.

—Dime algo, cualquier cosa...

Roger no pudo evitarlo, apagó el cigarro y camino rápidamente hacia el, tomándolo de las mejillas mientras se ponía en puntillas, aún que igual el rizado se vio obligado a agacharse.

Roger lo beso apasionadamente.

Volver a comenzar. [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora