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—Roger

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—Roger... Hola... —Brian sonrió levemente mirándolo fijamente.

—Brian... Y-yo tengo que hablar contigo, ¿P-puedo entrar?

Roger habló tartamudeando, quiso en ese momento arrancarse la piel de la cara de la vergüenza, Brian lo dejo pasar, en ese momento el rubio entró con vergüenza y sonrojado.

Caminaron hasta la sala, dónde tomaron asiento, Brian hablo primero.

—¿Quieres algo de tomar?

—Carajo si... —Soltó una risita nerviosa, rasco su nuca nervioso y habló— Por favor, agua...

Brian asintió y se fue, a los segundos regreso con dos vasos de agua, le dió uno a Roger, este tomo un sorbo rápido y se preparó para hablar, Brian lo miro atento.

Roger le entregó con la mano temblorosa aquella flor, Brian no pudo evitar sonreír tan ampliamente mirándolo fijamente, la tomo con delicadeza.

—Gracias, Roger... Es muy hermosa.

Roger sonrió sonrojado, jugo con sus manos, acomodando las palabras en su mente, Roger no era bueno con los discursos, mucho menos romántico, le costaría mucho trabajó hablar, Brian le dió su tiempo.

Después de unos dos minutos en silencio, habló.

—La verdad es que tenía miedo de venir a buscarte, Brian... Y sé por boca de Freddie que tú también tenías miedo de buscarme. Yo, vi justo que yo te buscará ahora, tu siempre me buscas a mí. —Roger quitó un mechón rebelde de su rostro y lo miró— No sé como empezar, yo... Yo siempre te he buscado, desde que te fuiste, pero nunca logré encontrarte, y menos obtener a alguien parecido, nadie se compara contigo. No soy bueno con las palabras, tampoco soy muy romántico, creo que eso lo sabes bien, sin embargo, he tratado de ignorar eso está vez... Brian, te amo, y carajo lo hago con todas mis fuerzas, siempre lo he hecho, desde el día que te vi hasta el día en el que te perdí, desde el día que te reencontré hasta el día que nos vimos por última vez, no puedo sacarte de mi mente, duermo, sueño contigo, despierto, susurró tu nombre, sigo el día pensando en tí y cuando vuelvo a dormir se repite el ciclo, me intoxicas, cómo una droga, una de la cual no me quiero curar, como mi propia marca de heroína, me haces tan bien... Y yo... Y yo solo te extraño cada día más, no tengo mucho que ofrecerte, tal vez no soy rico, tal vez no tengo un buen trabajo, tal vez solo puedo escribirte canciones y cantartelas en susurró por qué me da pena... Brian, mi punto es que nunca he dejado de estar enamorado de ti, y que la verdad, me sentiría muy feliz si me das otra oportunidad, te prometo que haré todo bien, por favor... Por favor, Brian... Te amo tanto.

El rubio dijo todo, entre tartamudeos y pausas para tomar aire y pensar.

Brian lo miraba fijamente, y Roger tenía miedo de su reacción.

Dejando la flor en la mesita de estar, tomó las mejillas del rubio con cuidado y Roger se sintió de nuevo con 14 años, Brian lo beso delicadamente, sosteniendo sus mejillas, Roger en cambio, abrazo su nuca besándolo con suavidad, Brian abrazo su cintura.

Al separarse del beso, Roger seguía con los ojos cerrados y aferrándose a Brian con nervios, el otro lo miraba fijamente, sin romper la cercanía.

—A mí me pasa exactamente lo mismo, Roger... No puedo olvidarte... —El rubio abrió sus ojos y lo miro, aquellos ojos azules llenos de brillitos lo admiraban en silencio, Brian acarició su mejilla y el rubio por instinto volvió a cerrarlos— Eres tan hermoso, tan embriagador, tan inteligente, expontaneo, artístico... Eres arte, mi arte. La verdad es que no quise separarme de ti nunca, pero, sabía que algún día vendrías a mi de nuevo, y si no lo hacías, yo lo haría, tenía que buscarte o que tú me buscarás... Yo... Yo te amo con todo mi corazón, mi alma, mis fuerzas, Roger, tu eres el amor de mi vida, tu y sólo tú.

Roger se vió conmovido, abrió sus ojos encontrando los de Brian, con nervios lo beso nuevamente, un suave y profundo beso, Roger se dejo hacer en los brazos de Brian, quien lo sostuvo con fuerza y lo abrazo con todo el amor del mundo.

Al separarse, ambos se miraron fijamente, Roger susurró.

—Bri... ¿Puedo ser tu novio? —Pregunto con voz suave, con nervios, y acariciando tímidamente el brazo de Brian, el cual sonrió levemente y hablo.

—Dejame lo pienso, mmm... —Dijo bromeando recibiendo una mirada seria de Roger, Brian sonrió— Por supuesto que sí. —Roger sonrió ampliamente y lo abrazó con fuerzas.

—Te amo mucho, Brimi.

—Y yo a ti, Roggie.

Se miraron fijamente.

—¿Me prometes que ya nada nos va a separar?

—Te lo prometo, mi vida.

Y con ello, cerraron esa promesa con un suave y cariñoso beso.

Volver a comenzar. [Maylor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora