Capitulo 15

5 2 2
                                    

Pasaron unos dias...Me desperté antes de que el sol saliera, pero no tuve la energía para levantarme. A mi lado, sentí cómo Yuna se movía, intentando acomodarse para mirarme. Sabía que algo le preocupaba. Lo había notado en los últimos días, en la forma en que me miraba, como si estuviera buscando una respuesta que yo no podía darle. Pero hoy, más que nunca, sentí el peso de su mirada en mi espalda.

—Han, ¿todo está bien? —Su voz rompió el silencio del cuarto, suave, pero cargada de dudas.

Quise decirle la verdad, pero lo único que salió fue un
—Sí, solo he estado un poco distraído con el trabajo —. Sabía que no era cierto. Lo que me distraía no era el trabajo, sino todo lo que había pasado con Minho. La distancia que se estaba formando entre nosotros... y no hablo de Minho, sino de Yuna y yo. Cada vez era más difícil estar presente, mantenerme aquí, cuando una parte de mí seguía enredada en ese desastre con él.

Sentí cómo Yuna se sentaba en la cama, su mirada ahora más firme. Sabía que no iba a dejarlo pasar tan fácilmente esta vez.

—No parece solo trabajo, Han —replicó, más seria ahora—. Has estado distante, y lo noto. ¿Qué está pasando?

Me levanté, caminando hacia la ventana. Las luces de la ciudad comenzaban a desvanecerse con la mañana, pero eso no me ofrecía ningún consuelo. Tenía que decir algo, cualquier cosa, pero las palabras se me atragantaban.

—Estoy bien —dije, aunque sabía que sonaba vacío. Vacío, como me sentía por dentro.

Ella suspiró, y en ese momento supe que estaba lastimándola, pero no sabía cómo detenerlo. Parte de mí quería que todo fuera diferente, que fuera sencillo, que pudiera entregarme completamente a esta relación. Pero la verdad es que no podía. No con todo lo que había pasado entre Minho y yo.

---

El trabajo no mejoró las cosas. En cuanto llegué a la oficina, supe que el día sería largo. Desde la última pelea con Minho, todo había sido un desastre. Él había estado evitándome, y yo a él, pero era casi imposible ignorarnos cuando trabajábamos juntos.

Cuando Minho entró en la sala de conferencias para la reunión de equipo, nuestras miradas se encontraron por un segundo antes de que él desviara la suya. Parecía cansado, como si hubiera pasado noches sin dormir. Y yo sabía que, de alguna forma, eso era mi culpa. Lo que habíamos compartido... lo que habíamos decidido dejar atrás... no se había quedado en el pasado, al menos no para ninguno de los dos.

La reunión comenzó, pero ni él ni yo estábamos realmente presentes. Solo intercambiábamos miradas rápidas y evitábamos hablar directamente. Pero todo explotó cuando alguien mencionó un plazo imposible para uno de los proyectos.

—No es realista —dijo Minho, cortante, interrumpiendo a alguien en medio de su explicación—. No llegaremos a esa fecha si seguimos así.

Lo miré, confundido por su tono. Sabía que estaba sacando algo más, que no se trataba del proyecto. Pero no iba a dejar que me arrastrara a su juego.

—Lo hemos hecho antes —respondí, intentando mantener la calma—. Solo necesitamos reorganizar algunas cosas.

Él negó con la cabeza, frustrado. —No es tan simple, Han.

Sentí que mi paciencia se agotaba. Sabía que esto no era solo sobre el trabajo. Lo que realmente estaba en juego aquí eran todas las cosas que no habíamos dicho, todas las peleas no resueltas y los sentimientos que ambos seguíamos negando.

—Siempre haces esto, Minho —dije, más molesto de lo que esperaba—. Dices que no, que es imposible, pero al final lo conseguimos. El problema es que tú no estás aquí de verdad.

Please Don't...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora