Capitulo 4

9 4 7
                                    

Cuando llegamos a casa, el ambiente era diferente. Minho había dejado de sonreír, y su actitud era fría y distante. Mientras entraba al departamento, el silencio se sentía pesado. Ji-Hyun, aún emocionada, comenzó a hablar sobre lo divertido que había sido el día, pero Minho apenas la escuchaba.

- ¿Qué te pasa? - le pregunté al pasar junto a él, pero solo me miró de reojo antes de desviar la vista. Su respuesta fue un simple encogimiento de hombros.

La tensión en el aire era palpable. Intenté no darle demasiada importancia, así que me metí en mi habitación, sintiendo que había algo raro en la forma en que Minho me miraba. Era como si me estuviera evaluando, analizando cada movimiento que hacía. Me tumbé en la cama, dándole vueltas a lo que había pasado.

--------

El día siguiente, llegamos al trabajo con la misma sensación incómoda. Minho seguía siendo distante, y eso me confundía aún más. Mientras avanzábamos por el pasillo, encontré a Yuna en la cafetería, que se acercó con una sonrisa.

- ¡Hola, Han! - dijo, iluminando mi mañana.

- Hola, Yuna. ¿Listo para otro día de trabajo? - le respondí, tratando de ignorar la sombra que parecía cernirse sobre mí.

La conversación fluyó fácilmente, y por un momento, todo parecía normal. Pero a medida que avanzaba el día, no pude evitar notar que Minho estaba observando desde lejos. Cada vez que Yuna y yo reíamos o compartíamos una broma, su mirada se volvía más intensa, como si estuviera tratando de ocultar algo.

En la reunión del equipo, mientras discutíamos un nuevo proyecto, Minho interrumpió de repente.

- Creo que deberíamos revisar esto más a fondo, ¿no crees, Han? - sugirió, su tono era más cortante de lo habitual.

Me detuve, sorprendido por el cambio en su actitud.

- Claro, pero yo creo que-

- No, realmente, necesitamos asegurarnos de que está bien hecho...y esto que presentas,pues le falta para estar bien - interrumpió, con un énfasis que no había mostrado antes.

El resto del equipo nos miró con sorpresa, y sentí cómo la incomodidad se instalaba entre nosotros. ¿Por qué estaba actuando así? La conversación se desvió hacia el proyecto, pero la mirada de Minho seguía fija en mí. Era como si estuviera tratando de demostrar algo, o tal vez estaba celoso.

Después de la reunión, Yuna se acercó a mí.

- ¿Estás bien? Minho se veía un poco... raro - me dijo, frunciendo el ceño.

- No lo sé... no sé qué le pasa - respondí, sintiendo un nudo en el estómago. La confusión seguía creciendo, y no podía entender por qué Minho se estaba comportando de esa manera.

El resto del día fue un ciclo de miradas furtivas y momentos incómodos. En un momento, Minho pasó cerca de nosotros y, al escuchar una broma que le hice a Yuna, su expresión se tornó aún más seria. Fue un instante fugaz, pero me di cuenta de que sus ojos se estrecharon ligeramente, como si la idea de que yo y Yuna pudiéramos ser algo más lo afectara de alguna manera.

Cuando llegó la hora de salir, la tensión era insoportable. Mientras esperábamos el ascensor, Minho permaneció callado, con la mirada fija al suelo. Yuna me lanzó una mirada, como si también sintiera el cambio en el aire.

- Han, ¿quieres que te deje en casa? - me preguntó Yuna.

Minho levantó la vista de repente, y su expresión era tan intensa que casi me detuve. Pero no dije nada, y solo respondí.

- Está bien, te lo agradecería - le sonreí a Yuna aún que estaba algo incómodo por la presencia sería de Minho.

Mientras nos dirigíamos a la salida, sentí la mirada de el sobre mí, y aunque me resultaba confuso, no podía evitar pensar que había más en su reacción de lo que podía entender. Tal vez, solo tal vez, estaba empezando a ver un lado de Minho que nunca había notado. Un lado que podía cambiarlo todo.

Cuando salimos de la empresa, el aire fresco de la tarde me dio un respiro, pero la tensión que se había acumulado durante el día me seguía persiguiendo.

-Olvide mi bolso...ya lulo buscó,tu ve yendo a el estacionamiento - comenta Yuna sonriente,yo asiento y luego ella marcha.

A unos pasos más estaba él. Minho se había mantenido a cierta distancia, y mientras caminábamos hacia el estacionamiento, decidí que era el momento de abordar lo que había estado sucediendo entre nosotros.

- Oye, Minho - dije, tratando de sonar casual. Pero sabía que no había nada casual en lo que estaba sintiendo.

Él se detuvo, y por un instante, la incertidumbre cruzó su rostro.

- ¿Qué pasa? - preguntó, cruzando los brazos sobre el pecho, como si se estuviera protegiendo de algo.

- No sé qué te ocurre, pero me tienes confundido. ¿Por qué estás actuando así? - le solté, sin poder contenerme.

Su mirada se oscureció un poco, y un silencio incómodo se instaló entre nosotros.

- Actuando cómo, Han. ¿Solo porque estoy tratando de hacer mi trabajo? - respondió, su tono era más frío de lo que esperaba.

- No se trata solo del trabajo. Se trata de que te has comportado raro desde el parque de diversiones, como si te importara más de lo que dices. Y eso me hace sentir mal.

- ¿Te hace sentir mal? - Minho se rió con desprecio, pero no había diversión en su risa. - Tal vez deberías dejar de buscar problemas donde no los hay.

Me quedé sorprendido. Nunca había escuchado ese tono en su voz, y la punzada de dolor me alcanzó.

- No estoy buscando problemas. Solo quiero entender. Esto no es solo un juego, Minho. No puedes actuar como si no pasara nada y luego hacerme una escena cada vez que estoy con Yuna.

Minho hizo una pausa, y por un momento, pude ver que estaba luchando con algo dentro de él.

- Quizás no debería importarte tanto lo que hago o dejo de hacer, ¿no? - dijo al final, su voz casi un susurro, pero todavía llena de desafío.

- ¿Qué? - le respondí, sin poder creer lo que acababa de escuchar. - Eres mi mejor amigo. Me importa lo que sientes, pero no puedo seguir así, sintiendo que tengo que estar a la defensiva cada vez que estoy cerca de Yuna.

- Tal vez deberías hacer eso, Han. Tal vez deberías estar más concentrado en tu nueva novia y dejar de preocuparte por mí. - dijo, y su mirada se endureció de nuevo.

La frustración burbujeó dentro de mí.

- No se trata solo de eso. Se trata de nosotros. Se trata de lo que somos y hemos sido desde siempre. No puedo simplemente ignorar lo que siento por ti porque ahora hay alguien más en el panorama.

Minho me miró, y por un instante, sentí que la barrera entre nosotros comenzaba a desmoronarse.

- ¿Y qué sientes, exactamente? - preguntó, su voz más suave, pero aún desafiante.

La pregunta flotó en el aire, y en ese momento, supe que todo lo que había estado guardando necesitaba salir. Pero antes de que pudiera responder, el sonido de un claxon rompió la tensión. Era Ji-Hyun, que había llegado a recoger a Minho. Él se dio la vuelta, dándole la espalda a la conversación que apenas comenzaba.

- Esto no ha terminado - le dije, pero él no respondió. Simplemente se alejó, dejando una parte de mí con una sensación de vacío.

Mientras él se alejaba, sentí que la confusión y el dolor se mezclaban en mi interior. Había algo más profundo entre nosotros, y aunque Minho lo negaba, sabía que no podía seguir ignorándolo. Pero por ahora, estaba atrapado en este limbo, observando cómo se alejaba y sintiendo que la distancia entre nosotros solo aumentaba.
De igual forma temia que esto solo sea mi imaginación y estarme inventando una fantasía...que era solo eso.

Please Don't...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora