La Corona

66 2 0
                                        

-Señorita, después de esto tiene la clase de administración y de mercadotecnia, además...

-¡Aburrido!

-¿Discúlpeme?

-Tu parloteo me aburre.

-P-perdóneme señorita.

-Suficiente de hablar sobre trabajo. Hablemos de algo divertido.

-Yo no podría...

-Olvídalo; retírate.

-Sí, señorita.

La sirvienta se fue en un paso grácil pero militarizado dejando a Yareth pensativa mientras seguía sentada en la alberca termal del primer piso de la mansión Carbajal.

-Que aburrido.

LA CORONA

-¿Tu hiciste esto?- pregunto feliz Sofía viendo un delicioso plato.

-Sí, fue fácil- respondió Elle.

-¿Villanueva, que hacemos aquí?- cuestiono Yuridia, estaban en el departamento de Mateo.

-Solo quería que nos reuniéramos, ¿Hay algún problema?- contesto.

-¿N-no les gusto?- se preocupó Elle.

-Está bien- dijo Yuridia -La persona que le pide a otro cocinar no lo está.

-Como si pudieras hablar de ello- soltó Mateo.

-La verdad no entiendo de lo que están hablando ¡Pero esto está muy bueno!- siguió Sofía.

-Desearía que mi novia probara esto- comento Diego probando el platillo.

-¿¡Tienes novia!?- exclamo Mateo.


-Yareth- llamo Mateo tocando a la puerta de su cuarto -Yareth, soy yo Mateo.

-Ha estado así desde hace rato, por eso te llame- dijo un señor anciano pero vestido con finas ropas -Yareth ¿Estás ahí? ...discúlpame, pero entrare.

El enorme cuarto estaba solo -¿Yareth?- siguió el señor.

Mateo entro y se acercó al buro a lado de la cama, leyó una nota sobrescrita en un documento que decía ''El estudio puede mordérmela'' y tenía un dibujo tosco de una niña sacando el dedo medio.


-¿Se ha ido?- pregunto Esteban, el hermano mayor de Yareth; un sujeto joven y bien vestido.

-Dejo una nota diciendo que estaba cansada del trabajo- respondió el anciano.

-¡No pudo haber ido lejos! ¡Encuéntrenla y rápido!

-Si- respondió la servidumbre de la mansión.

-¿Señorita? -¿Señorita? ...

-Aquí Serpiente, estoy investigando el almacén- comento Mateo a un celular -Que tonto- y lo guardo... fingía; abrió una gran caja de madera.

-Objetivo localizado- dijo al ver a Yareth dormida con su pijama -Te encontré, supongo que es natural querer escaparse.

-Padre...- susurro entre sueños ella -Madre...- Él se le quedo viendo con preocupación.

-Mateo- cortó alguien.

-Esteban.

-Vi que entraste aquí. Yareth- nombro sacudiéndola un poco, ella se despertó lentamente.

-Bany, Matt- soltó ella pero al momento hizo una mueca de enojo.

-Yareth, por favor, debes volver a tu estudio- pidió Esteban.

¡Loteria!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora