El Venado

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Mateo Villanueva no sabía que expresión poner: primero sorpresa, luego nerviosismo, después comprensión, entonces enojo, y nuevamente sorpresa. Un disfraz de caballero armado de la era medieval pero sin hueco para pasar la cabeza.

-¿¡Pero qué es esto!?

EL VENADO

Algo desastroso paso; por la cercanía que tiene la celebración de Halloween, Sofía Ferrara mando por paquetería al salón 2°C disfraces para sus amigos.

-A pesar de ser un disfraz, se ve complejo- observo Diego.

-Es de tamaño justo para ti- secundo Elle.

-¡Esperen! ¿No creen que hay algo que no cuadra?- corto Mateo que ya tenía la armadura puesta; su cabeza topaba en la pechera y se le veía la playera del uniforme en el abdomen por la diferencia, hacia ademanes con las manos señalando donde debería ir el yelmo.

-Ya sé, pero no lo digas- siguió Diego.

-¡Podrían preocuparse un poco más!

-¡Buenas!- saludo Yuridia.

-Buenos días- apoyo Yareth.

-Buenos días- respondió Mateo saludando con su traje decapitado, las 2 chicas lo golpearon por impulso.


-Perdóname por no saber lo que pasaba- disculpo Yareth.

-No, lo mismo digo, perdóname por haberte sorprendido- contesto Mateo con la cara roja, había logrado pasar la cabeza haciendo un hueco.

-Es tu culpa por asustarnos- menciono Yuridia.

-Me pregunto si los otros disfraces también vendrán con errores- medito Elle.

-¿Porque no nos los probamos?- aconsejo Diego.

Elle regreso del baño con un vestido corto blanco y verde, sus pies y manos tenían guantes en forma de patas de gato y portaba una diadema con orejas felinas.

Diego simplemente tenía unos pantalones de mezclilla rotos desde la espinilla, sin zapatos ni camisa.

-No sé qué nos haya querido decir Sofía con esto, reflejar nuestra naturaleza quizá- intuyo Diego.

-Ya veo, entonces mi disfraz fue influenciado por mi espíritu noble- explico Mateo.

-Es mejor que abras tus ojos a la realidad.

-A lo mejor, mi virilidad sin igual o lo sobresaliente que soy en los deportes.

-A lo mejor es porque no tienes cerebro- se percató Elle.

-¡Estaba tratando de ignorarlo, pero lo dijiste de todos modos!

La verdad es a menudo cruel.

-El disfraz de Diego no parece muy específico- prosiguió Elle.

-¿Que estás diciendo? Es sin duda el monstruo Diego Dorantes- replico Mateo -Con esa cara tan fea y desagradable aspecto...

-¡Despierta ya!- interrumpió el golpeándolo.

-Eso es sucio Diego, aprovechaste que no tiene protección en el cráneo ¿No?

-¿Si? No te enojes Mateo, lo dicen a menudo, ''Tienes la luna en el cerebro''.

-¡''Tienes el cerebro en la luna''!

-Espera, hay más en la caja- noto Diego tomando un pedazo de piel sintética, se lo puso como sudadera y quedo cubierto con un pelaje castaño que remataba con el hocico de una bestia como casco.

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