El es mi dolor

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 Un latido ausente, un sueño interrumpido, Un vacío profundo, un alma escondida. Nunca te vi, pero sé que existías, Un ángel celestial, de mis sueños nacías. En el fondo de mi ser, una profunda pena, un vacío inmenso que no se llena. Un amor incondicional, una esperanza serena, que en mi corazón, siempre te venera. Aunque no te vi, te sentí en mi interior, una parte de mí, un tesoro sin valor. En el cielo, ahora brillas, pequeño lucero, esperando el día en que nos encontremos. Hasta entonces, mi alma te recuerda, mi tesoro, y en mi corazón, siempre tendrás tu lugar. 


.......El consultorio médico era un remolino de nervios para Jungkook. Su corazón latía a mil por hora mientras esperaba los resultados. Los mareos, que al principio había atribuido a la anemia, se habían vuelto cada vez más intensos. Y ahora, con la boda a la vuelta de la esquina, la idea de estar enfermo lo llenaba de ansiedad.


Felix, su mejor amigo y padrino de bodas, había llegado unos días antes y no había perdido oportunidad de bromear sobre un posible embarazo. "Seguro estás preñado, Kook", había dicho con una sonrisa pícara, haciendo que Jungkook se sonrojara hasta las orejas. En ese momento, había descartado la idea como una broma, pero ahora, sentado en la fría camilla, comenzaba a cuestionarlo todo.

—Jungkook, ¿listo para escuchar los resultados? —la voz de la doctora lo sacó de sus pensamientos. Asintió con la cabeza, sintiendo cómo la tensión se acumulaba en su pecho. —Bueno, Jungkook... —la doctora hizo una pausa dramática—... ¡Felicidades! Vas a ser papá.—

Pero... ¿cómo? —logró balbucear, sin poder articular una oración completa. La doctora sonrió con ternura. 

—Los mareos, las náuseas... todos son síntomas comunes del embarazo. Parece que tu cuerpo te estaba dando pistas desde hace tiempo. Jungkook se llevó las manos a la cara, sintiendo una mezcla de asombro, alegría y un poco de miedo. Su vida estaba a punto de cambiar de manera radical, y aunque estaba emocionado, también se sentía un poco abrumado.


 Las palabras resonaron en la habitación como un balde de agua fría, despertándolo de un sueño que creía imposible. Un bebé. Él, Jungkook, iba a ser padre. Mil emociones se agolparon en su mente: asombro, miedo, incertidumbre... pero sobre todo, una profunda paz. Sabía que esta nueva vida era fruto de un amor sincero, que no podía haber elegido a nadie mejor para compartir esta aventura. Y en ese instante, la ansiedad se disipó, dejando espacio a una inmensa ternura. 

 —Felix tenía razón... —murmuró, más para sí mismo que para la doctora.

 —Yo siempre tengo razón.

"Jungkook miró a Felix con una expresión seria. —Felix, necesito que me hagas una promesa. Esta noticia es solo para nosotros dos y Taehyung. No se la puedes contar a nadie más, ¿entiendes?. Felix frunció el ceño, sorprendido por la solicitud de su amigo. 

—Pero Kook, ¡es una noticia increíble! ¿Cómo no quieres compartirla con todos? 

—Lo sé, lo sé," suspiró Jungkook, " —pero quiero que sea un momento especial para los tres. Quiero contarle a Taehyung en nuestra noche de bodas. Será mi regalo para él." Acercó su mano a su vientre y la acarició suavemente. "Quiero que sea una sorpresa." Felix asintió lentamente, comprendiendo la importancia de este momento para su amigo. 

—Está bien, Kook. Te prometo que guardaré este secreto. Pero ten cuidado, sé que a Taehyung le encantará esta noticia, pero también sé que puede ser abrumador por lo que vamos a hacer esta noche. 

Desde el día 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora