"Yo siempre estaré contigo, no importa si tu luz ahora no puede alumbrarme, en medio de la oscuridad estoy dispuesto a brillar para ti. Toma mi mano, por favor resiste, abrázame, seré tu refugio. Más allá de la vida, más allá del tiempo, mi amor por ti será eterno e inmenso. En la salud y en la enfermedad, siempre estaré a tu lado, sintiendo tu necesidad. Mi alma es una con la tuya, en un abrazo que nunca se soltará"
Taehyung sintió cómo el mundo a su alrededor se desvanecía. Un bebé. Jungkook estaba esperando un bebé. Y ahora, lo habían perdido. La noticia de la pérdida del bebé lo golpeó con una fuerza devastadora. Con lágrimas brotando de sus ojos, se llevó las manos al rostro, intentando contener el torrente de emociones que amenazaba con desbordarse.
Pronto llegaron los demás familiares, quienes fueron puestos al tanto de la noticia. En medio del caos y el murmullo de voces, Taehyung ni siquiera pudo escuchar que Felix había entrado en coma. La magnitud de lo ocurrido era tan abrumadora que su mente se negaba a procesar toda la información.
Se retiró a un rincón tranquilo, buscando un momento de soledad. Se dejó caer de rodillas y cerró los ojos con fuerza. Las imágenes de Jungkook, pálido y frágil en la cama del hospital, lo atormentaban. Su corazón se partía en pedazos al pensar en el dolor que su e futuro esposo debía estar sintiendo.
—Dios, por favor —susurró entre sollozos—, dame fuerzas. Necesito ser fuerte para Jungkook. No sé cómo enfrentar esto, pero quiero estar a su lado. Ella necesita mi apoyo más que nunca.
Se sentía culpable, como si de alguna manera hubiera fallado a Jungkook en no protegerlo. ¿Cómo no se había dado cuenta de su estado? ¿Por qué no había sido más atento? Se reprochaba no haber percibido los cambios en su cuerpo, los síntomas que, en retrospectiva, eran tan obvios. ¿Cómo había podido permitir que su amor sufriera tanto? En ese momento, solo quería abrazar a Jungkook y decirle que todo estaría bien, aunque sabía que esas palabras eran vacías. Estuvo así por varios minutos, hasta que escuchó la voz del médico anunciar que había despertado y que solo una persona podría pasar a verlo. Se levantó del suelo frío de la sala de espera, sintiendo que cada paso hacia la habitación de Jungkook era un desafío. Con cada latido de su corazón, una mezcla de miedo y amor lo impulsaba a seguir adelante. A medida que se acercaba, su mente se llenaba de recuerdos de momentos felices: risas compartidas, sueños construidos juntos, y la dulce promesa de un futuro que ahora parecía tan frágil. Al abrir la puerta, encontró a Jungkook en la cama, pálido y vulnerable, pero aún con una luz en sus ojos que Taehyung se aferraba a creer que nunca se apagaría. Se sentó a su lado, tomó su mano y la apretó suavemente.
Con cuidado, Taehyung tomó sus manos entre las suyas, sintiendo el calor reconfortante de su piel a pesar de la frialdad de la habitación. Sus ojos, antes llenos de vida y alegría, ahora se veían cansados y nublados por el dolor. Le sonrió con una ternura que contrastaba con la tormenta de emociones que se arremolinaban en su interior.
— Hey bonito "¿Cómo te sientes?. —preguntó en voz baja, tratando de ocultar el temblor en su voz. Jungkook, al despertar y notar la presencia de Taehyung, sintió un alivio inmenso. La calidez de su mano entre las de Taehyung le transmitía una paz que anhelaba.
— "No sé... sinceramente no encuentro una palabra que especifique cómo me siento en este momento", —dijo, manteniendo la mirada baja.
ESTÁS LEYENDO
Desde el día 1
Fiksi PenggemarTaehyung ha estado enamorado de Jungkook desde el primer día que lo vio, sin embargo siempre ha sido muy tímido para confesar sus emociones, por lo que Jungkook cree que entre ellos solo hay una amistad y que su amigo no lo ve con esos ojos, a pesar...