Capítulo 17

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29 de mayo, 2015.

—Puedo preguntarte algo —dije un día mientras Abril se sentaba a mi lado en el sofá.

Habíamos acabado de cenar hacía poco y luego de una conversación ambas quisimos ver una película.

—Claro, pregunta—. Ella me miró esperando y me removí incómoda.

—Dime... —lo pensé —alguna fantasía que tengas.

—Fantasía —repitió ella —si me preguntaras esto con menos seriedad no sería tan preocupante.

—Solo siento curiosidad —dije enseguida.

Ese era mi plan, primero averiguaría que le gustaba a ella del sexo, si tenía una fantasía y cuál. Quizás si me mostraba una primera vez como si fuera parte de una fantasía para ella, le sería más fácil aceptarme como soy.

—La curiosidad mato al gato—. Ella sonrió suavemente y luego negó con su cabeza—. Y con respecto a tu pregunta tengo muchas fantasías, desde las típicas hasta las más extrañas.

Alcé una ceja al oírla.

—¿Y cuál es la tuya? —me preguntó Abril, la miré —¿qué te até a una cama? —Me tensé.

—¿O que te castigue si no me obedeces?

Casi dejé de respirar al oírla. Abril solo apoyó un brazo en el respaldo del sofá, examinándome con intensidad.

—He notado que últimamente has estado más tensa—. Arrugué mi frente.

—El trabajo me ha tenido así —no era una mentira, pero tampoco la verdad.

—Llevamos cuatro meses saliendo—. Asentí—. Y ni siquiera hemos hablado de nuestra relación, que somos en realidad o que esperamos de la otra.

—¿Quieres hablar de eso? —pregunté un tanto nerviosa. Ella asintió suavemente.

—Creo que es hora de que pongamos las cartas sobre la mesa.

—Dime qué esperas de mí —dije enseguida, más tensa que antes

—Esperó muchas cosas Samantha, y me gustaría que la mayoría de ellas me las dieras libremente.

—¿Cómo qué?

—Como la verdad—. Eso sí que me puso nerviosa.

—¿Qué verdad? —dije con voz ronca, me limpié la garganta.

Ella se acercó y acaricio mi mejilla con ternura.

—Me gustas, Sam —confesó — mucho.

—Cariño, a mí también me gustas, y mucho—. Ella sonrió enseguida.

Luego se puso seria y me observó con intensidad.

—Entonces debo decirte algo importante —la vi vacilar —adoro tener sexo contigo —esperé — solo que no me he mostrado tal como soy.

—¿Cómo eres? —pregunté, alcé una ceja intentando ocultar mi leve pánico.

—Samantha, yo sé que eres una... —ella agarró mi rostro como si quisiera impedir que me alejara — una sumisa.

Abrí y cerré la boca enseguida. Me alejé incluso aunque ella quiso impedírmelo.

No podía ser cierto, ella no podía saber eso de mí. No tan pronto, no cuando aún no sabía lo que ella pensaba de algo así. Ahora la perdería, ella me dejaría como todas las demás, diciéndome que era una mierda de persona que no valía nada.

—Te equivocas —dije mostrándome molesta y lo estaba, solo que no con ella—. Como demonios se te ocurre que yo voy a ser.... ser... —tragué tensa y negué.

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⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

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